
Eroski ha aprovechado las últimas desinversiones llevadas a cabo, como la venta de 36 hipermercados a Carrefour por 205 millones, para reducir el peso de su apalancamiento financiero. "En el último año hemos amortizado un total de 500 millones de euros, con lo que hemos reducido la deuda a 2.100 millones", explicó ayer el presidente del grupo de distribución, Agustín Markaide, en un encuentro con medios. Este nivel de amortización es superior al comprometido con la banca para este periodo, lo que implica que el grupo se está anticipando en sus previsiones. Eroski volvió a beneficios brutos el año pasado, tras ocho años pérdidas.
La compañía, que llegó a un acuerdo con las entidades financieras para refinanciar su deuda en 2015, a partir de ahora afronta vencimientos de otros 500 millones más en dos años. Para ello confía en que la generación de ebitda (resultado bruto de explotación) y las desinversiones aún pendientes, especialmente de activos inmobiliarios, sean suficientes. Dichas ventas se harán sin prisas ni urgencias.
En otro tipo de negocios, como en el área de perfumería, en el que Eroski opera con la red IF, Agustín Markaide reconoció que no descartan que pueda producirse una venta, indicando que "en el futuro estamos abiertos a diferentes alternativas"
Según Markaide, "nosotros nos sentiríamos cómodos en un nivel de deuda de 1.600 millones", que es el que quedará pendiente en 2019, cuando se examine el cumplimiento de los compromisos financieros adquiridos al final del periodo y se negocie una nueva refinanciación.
A falta todavía de que hagan públicos las cifras del último ejercicio, el grupo Eroski facturó 6.058 millones y perdió 61,3 millones de euros en 2015, frente a los 280,2 millones del año anterior.
El cierre del ejercicio fiscal de 2016, que para el grupo cooperativo fue en enero de 2017 y sobre el que aún no ha presentado las cuentas oficialmente, según Markaide incluye beneficio neto en la matriz cooperativa, mientras que en el grupo consolidado habrá beneficio en el resultado antes de impuestos, pero pérdidas en el consolidado, debido al cambio de regulación fiscal del Ministerio de Hacienda sobre la forma de compensar las pérdidas pasadas.
Con una red de 1.800 tiendas, el objetivo ahora es consolidar una compañía con una facturación en torno a 6.000 millones de euros y 33.000 trabajadores.
El plan estratégico de cara a los próximos años contempla un crecimiento de ventas de un 4% anual, con una mejora del ebitda del 6%.