Empresas y finanzas

La junta de Banco Popular da hoy el mando de la entidad a Emilio Saracho

  • El vicepresidente Roberto Higuera dirigirá la reunión con los accionistas
Imagen reciente de Emilio Saracho. Foto: Nacho Martín.

La junta de accionistas de Banco Popular aprobará hoy la incorporación al consejo de Emilio Saracho que será elegido presidente en la reunión del máximo órgano de administración que se celebrará inmediatamente después. Banco Popular, dispuesto a tomar las "medidas necesarias" para recuperar el valor para los accionistas.

La junta extraordinaria, la más atípica de los últimos años en el Popular, no estará presidida por Ángel Ron, ya que saldrá oficialmente del banco dejando todos sus cargos en un consejo previo a la junta, ni Emilio Saracho, que entrará después. Banco Popular acumula un desplome del 96% en bolsa con Ron como presidente. En este sentido, accionistas del banco han pedido a Ron que responda por su "nefasta gestión".

La cita con los accionistas del banco estará presidida por Roberto Higuera, primer vicepresidente de la entidad y ex consejero delegado. La junta deberá aprobar, además del nombramiento de Saracho, la ratificación como vocal del consejo a Pedro Larena, consejero delegado, y a Jaime Ruiz Sacristán, representante de las familias mexicanas accionistas del banco, como consejero dominical.

También se aprobará una modificación de los estatutos sociales que cambiará, entre otras cosas, el sistema de retribución, que para la nueva ejecutiva estará ligada a una mejora de la reputación del banco, el saneamiento, políticas de buen gobierno y mejoras en el resultado. También se aprobarán cambios que posibiliten que los dos máximos ejecutivos lo sean sin haber sido antes consejeros o miembros de la alta dirección del Popular.

Disolución de la asociación de directivos

La disolución de la asociación de directivos, también se votará en la junta, que acabará así con esta tradicional agrupación. Más allá de los puntos del día, esta junta significa el inicio de una nueva etapa en la que se exigirá a Saracho que revierta la situación de debilidad del banco, con un plan estratégico creíble.

La banca de inversión insiste en que el volumen de activos improductivos, 35.600 millones, y el nivel de capital, que ha bajado a 8,17 por ciento en términos de CET 1 fully loaded tras las provisiones extraordinarias de 2106, abocan a la entidad a una ampliación de capital, que cifran entre 2.500 y 4.000 millones de euros.

Saracho, que llega sin un mandato explícito del consejo sobre el futuro del banco, implementará, según afirma su entorno, un plan definitivo para sacar al banco de su situación actual. Esto puede incluir ventas de filiales y negocios no estratégicos, ampliación de capital y, tras aparcar Sunrise, un nuevo plan de desinversión de inmobiliario y dudosos, sin que éste vetada la pérdida de la independencia del banco, si se considera que ese es el camino más idóneo para el banco.

Los analistas esperan, por un lado, que Saracho solicite a las autoridades europeas un periodo de gracia para poder analizar y poner las medidas en marcha con algo más de tiempo. Esta posibilidad, aseguran, tiene visos de conseguirse dadas las concesiones europeas anteriores a la banca italiana.

De todos modos, Saracho dependerá más de la paciencia de los mercados que de las exigencias supervisoras, por lo que otro de sus objetivos principales es convencer a los mercados de que la estrategia del banco es la adecuada y volver a ganarse su confianza.

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