Cepsa y Abengoa han recibido el visto bueno del juzgado de lo Mercantil número 1 de Cádiz para la adquisición, por parte de la petrolera, de la planta de producción de biodiésel que el grupo andaluz tiene junto a la refinería de Algeciras. El precio de la operación se ha establecido en 8 millones de euros, un precio muy por debajo de los casi 75 millones en que valora Abengoa la instalación y de los más de 95 millones que la ingeniería sevillana invirtió para su construcción.
En una sentencia fechada el pasado 22 de diciembre, la magistrada Ana Marín Herrero dispone la aprobación del plan de liquidación propuesto por Abengoa Bioenergía San Roque, la sociedad propietaria de la planta de biodiésel que solicitó concurso de acreedores el pasado 30 de septiembre. El auto da luz verde, de este modo, a la adjudicación a Cepsa de la unidad productiva situada en el polígono industrial de Palmones de San Roque, en Cádiz.
En el plan de viabilidad, Abengoa Bioenergía San Roque señala que la oferta vinculante de Cepsa, que presentó el pasado 2 de septiembre, afecta a la práctica totalidad de los activos de la sociedad, con la excepción de la tesorería y de otros activos financieros. La propuesta alcanza los ochos millones. La petrolera tendrá que pagar asimismo por las existencias de materia prima y producto terminado (biodiésel) que haya en la planta en la cantidad que resulte de su valor de mercado en el momento de cierre de la compraventa. La compañía que dirige Pedro Miró ha ofrecido dinero en líquido, una condición muy bien valorada por los acreedores.
Cepsa asumirá la totalidad de los 51 trabajadores de Abengoa Bioenergía San Roque, que conservarán sus condiciones laborales actuales. Por el contrario, la petrolera está exenta de la obligación de pago de cualquier pasivo concursal o contra la masa de la sociedad.
La producción de la planta se ha destinado desde su puesta en marcha en 2009 a la refinería de Cepsa, una cuestión imprescindible para su viabilidad. En la actualidad, su actividad se limita al mantenimiento de las instalaciones y no existen contratos relevantes con terceros. En los cuatro últimos ejercicios (2013, 2014, 2015 y hasta agosto de 2016) la planta ha sufrido pérdidas antes de impuestos por más de 36 millones.
Por tanto, según recoge el plan de viabilidad, "la integración de la unidad productiva objeto de la oferta en Cepsa supone su integración en un grupo con importante capacidad financiera, que va a permitir no interrumpir la marcha del negocio, sino también, el establecimiento de una posición más competitiva".