
Los antiguos consejeros de Caja Madrid procesados por el uso de las tarjetas black han ido hoy un paso más allá en su defensa tras cuestionar la validez de la prueba principal, la hoja de gastos presentada por Bankia.
José María Arteta, exalcalde de la localidad madrileña de Móstoles ha asegurado en el tribunal ante preguntas del fiscal Alejandro Luzón que su tarjeta fue clonada. Según Arteta, "hay al menos 3.000 euros que se realizaron con una tarjeta clonada en el año 2003".
Y, según explicó, no era una excepción. "Así me lo reconoció, de hecho, el secretario del consejo de administración de Caja Madrid, Enrique de la Torre. Me dijo que no era el único caso y que había también otras tarjetas que habían sido clonadas". Para defender esta tesis, el expolítico ha manifestado que han comprobado que hay gastos realizados en América a algunos de los procesados cuando estos se encontraban en realidad en España.
De hecho, el juez instructor de la causa, Fernando Andreu, sospechaba ya que podía haber habido tarjetas clonadas, por lo que pidió información a Visa. Es lo que habría pasado, además de Arteta, con el consejero José María Fernández del Río, afín a Rodrigo Rato, y con Luis Gabalda, antiguo jefe de gabinete de Miguel Blesa.
El antiguo alcalde socialista ha insistido, en la misma línea, que "tengo más de 200 gastos en la lista presentada por Bankia que son erróneos. Hay compras en comercios a horas en que estos no estaban abiertos y comidas en dos sitios por duplicado. A la misma hora no puedo estar comiendo en Viena Capellanes y en la Marisquería Cantábrico", ha dicho Arteta.
Otro exconsejero de Caja Madrid, Alberto Recarte, que fue también presidente del grupo de comunicación Libertad Digital, ha defendido también esta misma tesis. "Hay entre 3.000 y 6.000 anotaciones erróneas en las listas de Excel que recogen los gastos con las tarjetas black", ha declarado. Recarte ha asegurado que, en su caso, al igual que en el de Arteta hay más de 200 gastos erróneos, aunque a renglón seguido y a preguntas de la fsicalía ha manifestado de forma tajante que "no reconozco ni uno solo de los gastos de mi tarjeta".
Tal y como declararon todos los abogados de la defensa durante la presentación de las cuestiones previas, este exconsejero ha insistido en que las listas de gastos están manipuladas, acusando de su elaboración a Bankia.
Arturo Fernández gastaba 18.000 euros
El expresidente de la patronal madrileña Ceim y de la Cámara de Comercio madrileña, Arturo Fernández, ha admitido que usó su tarjeta black en Bankia entre enero de 2010 y mayo de 2012, aunque insistiendo en que "no agoté el saldo porque no llevaba un control y no tenía necesidad de gastar más". El límite era de 25.000 euros al año "y yo gastaba unos 18.000 euros".
El fiscal Alejandro Luzón le ha preguntado por los gastos que el expresidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, realizó en sus restaurantes, del grupo Arturo Cantoblanco, y Fernández ha negado que hubiera ningún tipo de financiación. "El señor Díaz Ferrán mantenía muchas reuniones y comidas en mis restaurantes, era un magnífico cliente para mí. Él entregaba un dinero a cuenta y luego se pagaba el resto", ha asegurado.
Aunque en esta ocasión no se le ha preguntado, durante la fase de instrucción, Fernández admitió que había gastado también en sus establecimientos 10.495 de los 37.200 euros que figuran en sus extractos bancarios. "Lo hizo porque los restaurantes son más baratos y son míos", se jactó ante el juez.