Empresas y finanzas

El presidente de Deutsche Bank descarta recibir ayuda del Estado alemán

  • "La situación es mejor de como se percibe desde fuera", dice el directivo
El presidente de Deutsche Bank, John Cryan, y el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

El presidente de Deutsche Bank, John Cryan, ha descartado la posibilidad de recibir ayuda del Estado alemán y asegura que por el momento no se plantea una ampliación de capital de la entidad bancaria para afrontar los problemas.

En una entrevista con el diario Bild después de que el Departamento de Justicia de EEUU planteara que el banco pague una multa de 14.000 millones de dólares por sus negocios con hipotecas basura, lo que ha hecho caer su cotización bursátil, Cryan destaca que la entidad "cumple con todos las exigencias de capital y trabaja duro para que seguir así cuando las exigencias sean mayores".

"La situación es mejor de como se percibe desde fuera", asegura tras señalar que se ha avanzado mucho en los últimos meses para mejorar la situación del banco.

La multa es una "primera propuesta"

La multa del Departamento de Justicia de EEUU, vinculada a los negocios inmobiliarios entre 2005 y 2007, es una "primera propuesta de acuerdo" que, asume, ha generado "mucha preocupación". "Pero desde el principio ha estado claro que no pagaremos esa suma", afirma antes de confiar en que las autoridades estadounidenses den a Deutsche Bank el mismo "trato justo" que ha dado a los bancos americanos con los que ha cerrado acuerdos.

Cryan recalca que no entiende cómo alguien puede pensar que ha pedido ayuda a la canciller alemana, Angela Merkel, y señala que ni lo ha insinuado. "No nos lo planteamos", responde a la pregunta de si la entidad necesita ayuda del Estado. Lo cierto es que la crisis de Deutsche Bank ha puesto en jaque a una Merkel en año electoral. 

Los riesgos contables del banco, continúa, son menores que en el pasado y la situación de liquidez es "cómoda".

Preocupación de los accionistas

Las acciones del banco se han hundido a menos de la mitad de su valor desde que Cryan asumió el puesto en julio de 2015 y él reconoce la preocupación de los accionistas, que quieren que se ponga fin a los riesgos legales y se avance en las reformas.

"Eso da margen para mucha especulación", reconoce antes de recalcar que las reformas necesitan tiempo e insistir en que se sigue el plan previsto.

Cryan considera "irrelevante" que la entidad no consiguiera un buen puesto en la lista de bancos europeos tras las pruebas de resistencia y recuerda que las reservas de capital son mejores que hace dos años.

Sobre los planes para recortar 9.000 puestos de trabajo, 4.000 de ellos en Alemania, se limita a señalar que se sigue el plan previsto y que las negociaciones con el comité de empresa están en buena medida cerradas. Tampoco revela si la dirección cobrará bonus este año, pero señala que todo el mundo conoce las dificultades y nadie tiene esperanzas no realistas.

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