Empresas y finanzas

Repsol prepara una emisión de hasta 1.500 millones en bonos híbridos

  • La petrolera quiere reducir deuda y mejorar su calificación crediticia
La sede de Repsol en Madrid. EE.

Repsol está preparando una emisión de entre 1.000 millones y 1.500 millones de euros en bonos híbridos que espera colocar antes de acabar el año, previsiblemente, en noviembre, aunque podría adelantarse a octubre.

La intención de la compañía es reducir su endeudamiento mediante la emisión de este tipo de instrumentos, de los que sólo computa como deuda el 50% para las agencias de calificación de crédito.

Este extremo resulta de especial interés para Repsol, que considera más importante poder reducir su nivel de apalancamiento que el coste financiero de estas emisiones, superior al de un bono normal, que ahora se logra con tipos de apenas varias décimas.

La intención de la petrolera es aprovechar una ventana de liquidez durante los próximos dos meses, pero no tiene prisas en llevar a cabo la colocación. El cierre de las operaciones que acaban de realizar tanto Telefónica como Iberdrola hace apenas un par de semanas no supone una presión, según indican fuentes consultadas por este diario, que aclaran a su vez que la emisión no responde a una falta de liquidez y por ese motivo no hay prisas.

Repsol considera que tras la decisión del Banco Central Europeo de comprar bonos corporativos las rentabilidades que se demandaban se han reducido notablemente y seguirán haciéndolo mes tras mes.

La petrolera española cifraba en un yield del 10% lo que se le pedía a principios de año por una emisión de este tipo y ahora la rentabilidad que se exige se sitúa ya en el 5%. La aspiración es esperar el máximo posible para poder lograr el menor coste financiero de la operación.

La petrolera tiene previsto emitir hasta 3.000 millones de euros con estos instrumentos, pero dejaría los restantes 1.500 millones para el año siguiente.

Colocaciones en 2015

La compañía que dirige Josu Jon Imaz ya realizó anteriormente emisiones por 2.000 millones de euros en bonos híbridos. El 23 de marzo de 2015, la petrolera colocó sin vencimiento 1.000 millones de euros a un tipo de interés del 3,875% y otros 1.000 millones con vencimiento en el año 2075 a un tipo de interés del 4,5%.

La intención ahora es acercarse a esa primera emisión, como acaba de hacer Telefónica, que después de casi dos años sin acudir al mercado europeo de híbridos, lanzó una emisión de obligaciones perpetuas subordinadas en euros por un importe de 1.000 millones, rescatable por el emisor a partir del quinto año y medio (marzo 2022) .

La fuerte demanda de inversores institucionales permitió a la teleco fijar el cupón anual en el 3,75%, más de 25 puntos básicos por debajo de las indicaciones iniciales de 4-4,125% y sin ninguna concesión en precio, siendo el cupón más bajo fijado por Telefónica en una emisión de híbridos en euros en su historia.

Baja la deuda

La deuda financiera neta de Repsol ha descendido en el primer semestre respecto al cierre de 2015 hasta situarse en 11.709 millones de euros, mientras que la liquidez cubre cerca de dos veces los vencimientos de deuda bruta a corto plazo. En los últimos meses la compañía ha aprovechado las condiciones de mercado para reducir el coste financiero medio de su deuda.

Repsol, a través de su filial Talisman Energy, anunció la compra, con un 14,5% de descuento, de 1.525 millones de dólares de valor nominal en bonos procedentes de Talisman, correspondientes a cinco emisiones con vencimientos en los años 2027, 2035, 2037, 2038 y 2042, y con tipos de interés nominales del 7,25%, el 5,75%, 5,85%, 6,25% y 5,5%, respectivamente. El valor actual neto generado con esta operación supera los 1.000 millones de dólares, consecuencia de los ahorros producidos por la desaparición del pago de los intereses a liquidar durante la vida de los bonos y del valor capturado por la recompra de los títulos.

La compañía además acaba de ingresar los 1.900 millones de la venta del 10% de Gas Natural Fenosa, lo que supone que la petrolera ya ha cumplido con el plan de desinversiones marcado hasta 2018, de 3.100 millones de euros. Concretamente, la petrolera ha vendido activos por casi 4.000 millones. Tras todas estas operaciones, Repsol ha logrado rebajar la presión de las agencias de calificación de crédito, lo que les permitirá mantener e incluso mejorar su nota en los próximos meses.

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