
El gobierno de Italia podría estar considerando una inyección masiva de capital a algunas de las entidades financieras con sede en su territorio, tras la huída de los inversores causada por la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea, según han confirmado fuentes cercanas a la operación.
Roma podría estar valorando medidas cuyo importe total ascendería a 40.000 millones de euros, según una persona relacionada con las nogeciaciones y que pide conservar el anonimato. Conforme al plan inicial, el gobierno podría ayudar a las entidades bien mediante garantías o bien directamente, mediante una inyección de capital.
El gobierno de Italia busca estabilizar un sistema financiero que en los últimos años acumula el impacto consecutivo de 360.000 millones de euros en préstamos impagados, un crecimiento económico ralentizado y tipos de interés históricamente bajos que han atacado de forma severa el margen de las entidades. Y todo ello con un plan que, de concretarse, sería el segundo que Roma esboza para rescatar a su sector bancario, después de un intento previo que ya fue bloqueado por Bruselas.
El pasado viernes el país, que se cuenta entre los seis miembros fundadores de la Unión Europea, fue uno de los principales perjudicados por la oleada de ventas en todas las plazas del continente desatada por el Brexit, y algunos de los bancos de la península itálica llegaron a perder cerca del 20% en bolsa.
"Los problemas del sector financiero italiano están muy lejos de haber quedado resueltos", afirma Jan von Gerich, estratega de Nordea Bank en Helsinki, que recuerda que "la perspectiva a futuro de los bancos de Italia ya estaba nublada antes del Brexit, pero las nuevas dudas que ha desatado la salida de Reino Unido de la UE han oscurecido aún más el panorama".