
Saba se encamina poco a poco hacia la bolsa. Aunque su debut es una operación esperada desde hace años, ayer se produjo un cambio sustancial, ya que, por primera vez, su presidente, Salvador Alemany, reconoció que la compañía había "hecho los deberes" para plantearse un salto al parqué, cuando las condiciones fueran propicias. Saba siempre ha defendido que su objetivo era cotizar entre 2016 y 2018.
Alemany realizó estas declaraciones en la junta de accionistas celebrada ayer y dos días después de que Vinci anunciara la venta de la participación que todavía controlaba de Vinci Park (Indigo) a Crédit Agricole y Ardian.
Según fuentes de mercado, Saba podría estar valorada en una horquilla comprendida entre los 1.000 y los 1.200 millones de euros, lo que supondría venderla a entre 10/12 veces su beneficio bruto de explotación (ebitda) de 2015, que fue de 103 millones.
Si el ritmo de crecimiento del ebitda en este ejercicio es extensible a todo el año, el precio a pagar caería hasta las 9,3/11 veces el ebitda. Hasta mayo, según adelantó ayer la compañía en la junta, tanto los ingresos, como el ebitda, aumentaron alrededor de un 5% hasta mayo, a 88 millones y 40 millones de euros.
Más perímetro y negocio
Saba, a la espera del momento de salir a bolsa mantiene "el crecimiento como principal reto estratégico". De hecho, que Salvador Alemany afirme que está mejor preparada para debutar en bolsa, puede estar relacionado con el perímetro que la compañía ha ganado a lo largo de los últimos años. Desde 2011, que es cuando Abertis culminó su salida, Saba ha invertido 482 millones en expandir su red de parkings y el número de plazas gestionadas, que han aumentado un 80% y 43%, respectivamente. Sin embargo, para asegurarse un debut más fuerte, el mercado no descarta que realice alguna adquisición relevante.
Este tipo de operaciones es habitual en los procesos previos a un debut en bolsa y uno de los últimos ejemplos en España se produjo con otra compañía ligada históricamente a Abertis y al grupo La Caixa, como es Cellnex. De hecho, cuando Vinci se desprendió de tres cuartas partes de Vinci Park (Indigo) en 2014, el ebitda de su participada rondaba los 200 millones de euros; cerca del doble del que Saba obtuvo en 2015.
Actualmente, el primer accionista de la concesionaria es Criteria, que controla el 50,1% del capital. El segundo y el tercero son Grupo Torreal y KKR, que poseen un 20% y un 18,2% de las acciones, respectivamente.
En 2015, Saba culminó la adquisición de la concesionaria portuguesa CPE, donde ya genera un 3% de sus ingresos. No obstante, España es su mercado principal, ya que supone más del 70% de sus ventas; e Italia el segundo, con un 17%.