
Abengoa firmó contratos con proveedores por 6.135 millones de euros en todo el mundo en 2014. Un volumen de compras que nutre a miles de empresas (de tamaño medio y pequeño, fundamentalmente). En concreto, el grupo andaluz trabajó con más de 15.000 proveedores de 81 países el año pasado, que ahora, con la amenaza de quiebra de Abengoa, ven cómo su relación comercial quedará suspendida.
De ellos, además, muchos acumulan retrasos en los pagos. No en vano, la compañía que preside José Domínguez Abascal debía 5.469 millones hasta el tercer trimestre de 2015, de los que el grueso, 4.105 millones, corresponden a proveedores comerciales.
En las declaraciones de los gobernantes de España y Andalucía, más allá de los efectos sobre los empleados de Abengoa y del agujero que su quiebra puede ocasionar en bancos y accionistas, subyace también el golpe para el tejido empresarial español. Sólo en España, Abengoa acordó compras a proveedores por unos 1.718 millones en 2014, equivalentes al 28% del total. Este volumen, no obstante, ya quedó severamente limitado el año pasado, como consecuencia del progresivo recorte de la inversión pública y de la reforma energética. Así, sólo un año antes, en 2013, la cifra alcanzó los 3.122 millones, y en 2012 se disparó hasta los 3.390 millones.
De los más de 1.700 millones de euros en servicios, obras y materiales, principalmente, que Abengoa contrató en 2014 en España, el 81% lo hizo con empresas de nacionalidad española. El resto, unos 326 millones, correspondieron a firmas extranjeras. La probable desaparición de nuevos contratos en el futuro -al menos en los niveles pasados- tendrá efectos sobre el negocio de cientos de empresas.
Con todo, España no es el principal vendedor para Abengoa. Esta condición recae desde el ejercicio pasado en Estados Unidos, la principal apuesta del grupo sevillano al calor de los firmes apoyos de la Administración Obama desde hace ya casi seis años. En concreto, la multinacional todavía controlada por la familia Benjumea selló compras con proveedores por unos 1.960 millones, lo que representa casi la tercera parte del total. Esta cifra implica, asimismo, un 30% menos que en el año anterior, según reflejan los datos oficiales de la compañía.
Impagos y morosidad
Tras Estados Unidos y España, México se presenta como el país en el que más compras realizó Abengoa el año pasado. En total, fueron 552 millones, un 33% más que 12 meses atrás y el 9% del total en el mundo. En Países Bajos, la empresa realizó contratos con proveedores por unos 368 millones (el 6% en términos relativos), mientras que en Brasil y Sudáfrica, que acaparan el 5% cada uno, superaron los 300 millones.
Perú, Uruguay, Polonia, India, Francia, Chile, Emiratos Árabes Unidos, China, Ghana, Marruecos o Turquía son otros de los países en los que Abengoa tiene una presencia importante. En el último año, en todo caso, cuando asomaban por primera vez las dudas sobre el grupo, las compras a proveedores se contrajeron un 34%, al pasar de 9.260 millones a 6.136. En 2014, de esta cantidad, el 76% se selló con firmas locales. La meta para 2020, dentro del plan de responsabilidad social corporativa (RSC), es situarlo en el 85%.
Al margen de los contratos que la posible quiebra de Abengoa dejaría en nada, el grupo arrastra una deuda con los proveedores comerciales de 4.105 millones de euros hasta septiembre, un importe que supone el 1,8% más que al cierre de 2014 (4.034 millones de euros).
En el ejercicio pasado, la firma andaluza estaba pagando a 71 días, sobre el límite de 60 días que marca la Ley de Morosidad.
Efectos en la banca
En los últimos meses, la situación se ha agravado y la compañía tiene serios problemas para pagar a las subcontratas. La caja está vacía. No en vano, ya ha transmitido a la banca acreedora, que abarca a más de 200 instituciones, que sus necesidades de financiación inmediatas -para los cuatro meses del preconcurso- se aproximan a los 600 millones.
Las entidades financieras, de hecho, también están afectadas por este capítulo por el sistema de confirming, por el que están obligadas a pagar al proveedor y con posterioridad reclamar a Abengoa.
Así, la empresa tiene 1.526 millones de euros a través de confirming con proveedores externos y otros 677 millones de euros con proveedores del propio grupo de ingeniería y energías renovables.
El 'efecto dominó'
La situación de preconcurso de Abengoa podría generar un efecto dominó en otras compañías de construcción e ingeniería en España, según advierte en un informe de CRIF Rating Agency (CRIF) e Informa. Durante el periodo de cuatro meses del preconcurso, CRIF prevé un creciente riesgo de que los bancos endurezcan su política de riesgos a la hora de mantener y renovar las líneas de circulante para grupos con una estructura de deuda similar y con un alto nivel de endeudamiento. "A largo plazo, un incremento de tipos de interés dificultará y supondrá un reto adicional para las empresas cuando refinancien la deuda actual que goza de tipos extraordinariamente bajos", subraya.
CRIF advierte de que "es probable" que los bancos decidan "restringir y endurecer el acceso" a circulante tras el preconcurso de Abengoa y apunta que la deuda a largo plazo va a sufrir un impacto, ya que la cotización de los bonos de firmas como Isolux o Aldesa se ha visto afectada durante los últimos 12 meses a raíz de la volatilidad continua de Abengoa en los mercados de capital.