
JP Morgan Chase inauguró al cierre de la jornada del martes la temporada de resultados para la gran banca de EEUU. Un arranque que comenzó con mal pie después de que el banco capitaneado por Jamie Dimon no convenciera ni del lado de los beneficios ni del lado de los ingresos.
La entidad registró un beneficio neto de 6.800 millones de dólares, o 1,68 dólares por acción en los tres meses comprendidos entre julio y septiembre sobre ingresos de 23.535 millones dólares. Sin embargo, el beneficio ajustado del banco quedó en 1,32 dólares por título muy por debajo de los 1,37 dólares que barajaba el mercado.
El propio Dimon ha reconocido durante la rueda de prensa para presentar estos resultados que los retos del contexto económico global y las bajas tasas de interés "han impactado a la totalidad del negocio". Dicho esto, la mejora del crédito ha mejorado las operaciones de banca minorista y de consumo.
Tipos de interés bajos
La banca estadounidenses está sufriendo las consecuencias de más de seis años con los tipos de interés históricamente bajos. Un hecho que se está comiendo los beneficios que estas entidades obtienen mediante la concesión de préstamos. Los grandes bancos, como JP Morgan y Goldman Sachs, también generan ingresos mediante la compra y venta de acciones, bonos y materias primas, activos que también se han visto afectados por la incertidumbre que pesa sobre la economía mundial.
"La volatilidad ha sido nuestra amiga. Hemos sido capaces de sacar provecho de ella", afirmó la directora financiera del banco, Marianne Lago. Sin embargo reconoció que ha sido "más difícil" ganar dinero con la concesión de crédito y con las materias primas, donde los clientes han sido mucho menos activos.
La entidad financiera de Nueva York facturó entre julio y septiembre un total de 23.535 millones de dólares, lo que representa un descenso del 6% con respecto a los 25.146 millones que ingresó en el tercer trimestre de 2014.
"Hemos tenido unos resultados decentes este trimestre a pesar de un entorno económico difícil a nivel mundial y la continuidad de la política de tipos de interés bajos", dijo al presentar las cuentas el consejero delegado, Jamie Dimon.
Pago de dividendos
El banco comunicó también que en el tercer trimestre repartió entre sus accionistas unos 2.700 millones de dólares a través del pago de dividendos y destinó otros 1.000 millones de dólares a su programa de recompra de acciones.
Esta semana la gran banca americana pasará por la pasarela de resultados y los expertos esperan que el sector financiero se postule como uno de los mejores, por detrás de las telecos y el consumo discrecional, a la hora de incrementar sus beneficios en el tercer trimestre.
Aún así, las expectativas de beneficio para el sector bancario se han reducido casi a la mitad desde comienzos de año ante la volatilidad que vive la economía mundial, la caída en los precios de las materias primas y el retraso de la Reserva Federal a la hora de normalizar la política monetaria en EEUU.