
La venta de Globalvia por parte de FCC y Bankia a un fondo del Gobierno de Malasia ha dado un giro radical. Los acreedores del grupo de concesiones serán finalmente los que se queden con la compañía, tras hacer uso de su derecho de adquisición preferente. Según informó ayer FCC a la CNMV, los fondos USS, OPTrust y PGGM, actuales tenedores de bonos convertibles por 750 millones en Globalvia, han decidido en el último momento, ya que el plazo para comunicarlo terminaba hoy, hacerse con toda la compañía.
Estos inversores han reaccionado así a la incursión del Gobierno malasio, después de que declinasen comprar Globalvia, ya que la constructora y entidad se la ofrecieron previamente.
Ahora los tres fondos pagarán a Bankia y FCC, propietarios al 50% de la concesionaria, 420 millones, el mismo precio que se pacto con el fondo soberano Khazanah, a principios de julio.
Según han confirmado a este periódico fuentes cercanas al proceso, las compañías españolas no tendrán que pagar ninguna indemnización al fondo malasio por no materializar la venta.
Complicaciones del proceso
La presencia de estos bonos convertibles fue precisamente lo que entorpeció la venta de Globalvia, y afectó a las negociaciones con otras firmas, como el fondo canadiense Baluarte, o el chino Ginkgo, que también mostraron interés por el grupo concesionario.
El problema residía en que los tres fondos, que ahora serán los nuevos propietarios de Globalvia, entraron como acreedores de la compañía con una intención de permanencia clara. Así, entre octubre de 2001 y diciembre de 2013, la concesionaria se recapitalizó con 750 millones de euros en bonos convertibles, que podrían transformarse en acciones de la compañía a partir de diciembre de 2016.
Este detalle era decisivo para el inversor que se decidiera a entrar en Globalvia, ya que hasta ese momento, no iba a conocer exactamente cual iba a ser su participación definitiva en la compañía.
Esto también afecta directamente a Bankia y FCC, ya que dentro del precio pactado había un monto variable, que dependía directamente de este factor, por lo que pueden ingresar por la operación algo menos de 420 millones.
Según las fuentes consultadas, la operación se va a desarrollar exactamente en los mismo términos en que se pactó con Khazanah, por lo que se mantienen las condiciones del pago. Así, estaba previsto que se realizara un pago inicial de 166 millones, que se abonará en el momento en que se formalizase la transmisión de las acciones, más otro pago diferido a realizar en el primer semestre de 2017, que podría alcanzar un máximo de 254 millones.
Esta operación, se encuentra dentro del Plan Estratégico de FCC hasta 2015, que ha realizado desinversiones con ingresos cercanos a los 2.000 millones de euros.
Globalvia, que integra 19 autopistas, la práctica totalidad de ellas ubicadas en España, así como con concesiones ferroviarias, portuarias, aeroportuarias y hospitalarias, está presente en seis países.
Nueva filial de concesiones
Ante la inminente venta, FCC se preparó para el nuevo escenario de su negocio concesional. La española, lanzó en mayo una nueva filial, bajo el nombre de FCC Concesiones, que es independiente de la división de construcción del grupo.
La compañía puso al frente de la nueva sociedad a Antonio de Santiago, antiguo consejero delegado de la autopista canadiense 407 ETR, y con la que el grupo analizará distintos acuerdos con su principal accionista, el mexicano Carlos Slim, a través de Carso. Por el momento, la filial pertenece en su totalidad a FCC, pero no se descarta que en un futuro, el magnate y su principal accionista, pueda entrar en la división.