
Se imagina llegar a un gran centro comercial con toda la familia y tener un sitio reservado en el parking. Y aún mejor, que después de pasar varias horas visitando tiendas, pueda llegar a su restaurante favorito y tener la mesa lista con los entrantes preparados para empezar a comer. Fallece el hombre que popularizó los centros comerciales
Esto ya sucede en algunos centros comerciales de otros países y según Rafael Mateu, socio y director de Gestión de Activos de Cushman & Wakefield en Madrid, es la tendencia mundial hacia la que evolucionarán, tarde o temprano, el resto de centros comerciales.
Estas opciones son posibles gracias a los avances tecnológicos que se están experimentando y que "facilitan nuestras experiencias de ocio, eliminando las partes aburridas y los tiempos de espera". Así, con una simple aplicación de móvil, puedes consultar en que estado se encuentra el parking de un centro comercial y reservar, por un módico precio, una plaza. Lo mismo sucede con los restaurantes, en los que suele haber pesadas listas de espera, pero que puedes evitar si reservas mesa a través de tu móvil e incluso eliges los platos que vas a tomar para sentarte a comer a la hora que tu desees. De igual forma, con las nuevas tecnologías, será difícil perderse por estos establecimientos, ya que podrás descargarte mapas en el móvil que te guíen desde una tienda a otra, como se hace ahora por las ciudades. O podrás resolver tus dudas en un momento gracias a multitud de pantallas interactivas.
Mateu fue uno de los pocos expertos españoles que participó en el Congreso Europeo de Centros Comerciales, donde se analizaron las tendencias de este sector, que atrajo una inversión en España el año pasado superior a los 3.300 millones de euros.
Evolución del sector
Según el directivo de C&W, los centros comerciales, han vivido una evolución evidente, ya que hace años consistían en un hipermercado con una pequeña galería comercial de moda, que más tarde fue creciendo y se añadieron las boleras y las salas de cine.
"Ahora la tendencia es la restauración. Hace 20 años apenas suponía un 5%g de la superficie total y ahora ocupan el 20%", explica. Estos espacios seguirán creciendo y es un movimiento estratégico, ya que Mateu explica que "los clientes que comen en un centro comercial se gastan un 20% más en las tiendas, porque tienen otro tipo de experiencia". Este puede ser claramente el elemento diferenciador, ya que en los centros grandes, "están tomando peso los restaurantes especializados, frente a los de comida rápida. Ahora "la mayoría de los centros son iguales, y eliges uno u otro por la proximidad o la facilidad para aparcar", pero para ganar clientes cada centro deberá tener una identidad única.
Las posibilidades son infinitas, desde guarderías y actividades infantiles hasta mercados gourmet y eventos con grandes chef que te enseñen a cocinar, o actividades relacionadas con el teatro o grupos musicales de moda. Las variedades de ocio marcarán la diferencia y ya hay centros, como Puerto Venecia, en Zaragoza, que también ofrece actividades deportivas y acuáticas.
"Los centros comerciales tiene que crear ciertos vínculos con la sociedad, organizando eventos con los colegios por ejemplo, de forma que haya una conexión real con el entorno cercano", explica Mateu.
Entorno físico y digital
Por otro lado, el directivo habla del concepto Phygital, como la unión del entorno físico y digital. "En unos años los actores puros (que sólo comercialicen en uno de los dos espacios) tenderán a desaparecer".
"La tecnología lo va a condicionar todo, y por el momento, en el caso de las compras online, ya se está dejando notar en países más maduros como Francia o Reino Unido, donde el 60% de las compras online, se recogen en las tiendas". Esa es la tendencia.