
Iberdrola y Endesa cortaron la luz a 478.177 clientes en España durante 2014 por el impago de las facturas, lo que supone prácticamente la mitad, un 48,6% menos, que los 931.263 que se registraron en 2013. Después de afectar a alrededor de 1,4 millones de usuarios (incluyendo a todas las compañías) en 2012, la morosidad eléctrica se ha mitigado en los dos últimos años como consecuencia de la incipiente recuperación económica y de los esfuerzos de las empresas por evitar la interrupción ante el deterioro de imagen que les genera. La cifra del año pasado implica regresar a los niveles previos a la crisis.
Iberdrola fue la que más cortes de suministro por falta de pago realizó en el último ejercicio, con 335.731 usuarios afectados, aunque supone un 42% menos que los 578.628 de 2013. Endesa, por su parte, limitó las interrupciones a 142.446 (incluye Portugal), frente a los 352.635 de un año antes, es decir, un 59,6% menos, según los datos de sus informes de Sostenibilidad.
Endesa e Iberdrola son los dos mayores distribuidores de electricidad de España, con 11,1 millones y 10,9 millones de puntos de suministro, respectivamente. En conjunto, suman, por tanto, 22 millones de usuarios, que representan aproximadamente el 80 por ciento del mercado.
El resto corresponde, fundamentalmente, a Gas Natural Fenosa, HC Energía y E.On España, que no ofrecen la información sobre las interrupciones de la luz por impago. Extrapolando las cifras de Endesa e Iberdrola a las otras tres eléctricas principales, el número total sumaría cerca de 120.000 cortes, con lo que en conjunto rozarían los 600.000 cortes
Suspender el suministro es la forma más eficaz que encuentran las eléctricas para evitar los impagos. No en vano, la mayoría de los clientes paga en los dos días posteriores al corte. Así, 212.749 clientes de Iberdrola (el 63 por ciento) saldaron su factura antes de las 48 horas posteriores a la suspensión y sólo 41.628 (el 12,4 por ciento) lo hicieron entre un mes y un año después. En el caso de Endesa, 76.789 usuarios (el 53,9 por ciento) pusieron al día sus recibos en menos de 48 horas y 30.968 (el 21,7 por ciento) lo hicieron entre un mes y un año después.
Una realidad mundial
Todos los clientes a los que las eléctricas cortaron la luz el año pasado pagaron sus facturas antes de un año. Con ello, evitan que la operadora convierta el corte en baja y, en consecuencia, los costes que implica la reconexión, que se tramita como un alta nueva. La suspensión, no obstante, también tiene gastos adicionales para los usuarios, ya que aunque la empresa asume los gastos de desconexión, estos tienen que enfrentar un recargo por el reenganche si así lo solicitasen.
Las interrupciones de suministro se producen en muchos casos en segundas viviendas cuyos propietarios no hacen frente a sus facturas, pero también derivan de la llamada pobreza energética, que afecta a alrededor de cuatro millones de personas en España. Los cortes por impago, no obstante, es algo extendido en otros países.
Así, Iberdrola suspendió la luz a 1,53 millones de clientes en Brasil (1,44 millones) y Estados Unidos (90.505). La cifra, con todo, es casi un 40 por ciento inferior a los 2,35 millones de 2013. Mientras, Endesa cortó la electricidad a 1,47 millones de hogares en Latinoamérica el año pasado, frente a los 2,18 millones del ejercicio anterior (un 32,5 por ciento menos).