
TESCO
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Vuelta de tuerca en Tesco. La cadena de supermercados británica debe enfrentarse ahora a la dimisión de su presidente, Richard Broadbent, después de confirmarse que el desfase en las cuentas es mayor de lo anticipado.
La marcha de Broadbent se suma a la suspensión de ocho directivos después de descubrirse que habían inflado la previsión de beneficios para este año y periodos anteriores hasta la cifra, confirmada esta mañana, de 263 millones de libras (unos 334 millones de euros).
Anteriormente, los directivos habían calculado que la cantidad ascendía a 250 millones de libras (317 millones de euros).
"Los asuntos que han salido a la luz son profundamente lamentables", reconoció el presidente, cuyo día de partida no se ha especificado, y añadió que "se ha actuado rápido para clarificar el rendimiento financiero de la compañía".
Broadbent dio la noticia al informar de los resultados preliminares del grupo de supermercados en el primer semestre del año, que registran una caída de los beneficios brutos del 91,9% respecto al ejercicio precedente, hasta 112 millones de libras (142 millones de euros).
Nuevo consejero delegado
Broadbent señaló que se ha cambiado la directiva, con Dave Lewis, procedente de Unilever, como nuevo consejero delegado, y ahora se procederá a buscar a su propio sucesor.
Las ventas de Tesco, el primer supermercado británico, bajaron un 4,6% en el primer semestre por la fuerte competencia de cadenas de descuento como Aldi y Lidl.
Lewis reconoció que "hay mucho trabajo por hacer" y adelantó que se va a revisar completamente el funcionamiento del negocio a fin de devolverlo a una mayor rentabilidad.