
El Comité de Empresa de Adif, la empresa pública que gestiona la red ferroviaria española, ha decidido hoy convocar huelga en toda España el 31 de julio y el 1 de agosto, en protesta por la indefinición del futuro laboral de los trabajadores encargados de vender los billetes en las estaciones.
A diferencia de otras convocatorias de paros de los últimos meses, el efecto de la huelga podría dejarse notar seriamente en los desplazamientos de la operación retorno, puesto que en esta ocasión la convocatoria es apoyada por todos los sindicatos con representación en Adif: CC.OO., UGT, CGT, Sindicato Ferroviario y Sindicato de Circulación Ferroviaria.
Entre las demandas de los convocantes destaca la reclamación de una "solución inmediata", en palabras de UGT, para los más de 1.000 trabajadores que están actualmente encargados de la venta de billetes.
También se reclama un plan de recursos humanos y una convocatoria de movilidad que sea voluntaria, en respuesta a las últimas decisiones en materia de personal del gestor de la red ferroviaria.
Adif está inmersa en un proceso de restructuración para garantizar su viabilidad y la capacidad para hacer frente a una deuda creciente (roza ya los 15.000 millones de euros) alimentada casi por completo por las obras de las líneas de alta velocidad que el próximo año está previsto que lleguen a ciudades como Zamora o Palencia.