El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, ha asegurado que luchará para que no se liquiden los activos de Pescanova y no se fraccione la compañía, al tiempo que ha afirmado que ayudará a Deloitte, administrador concursal de la firma, porque su mayor interés es que "triunfe" en su gestión.
En una entrevista concedida a la Cadena Ser, Fernández de Sousa, que fue apartado de la dirección de la compañía por la CNMV a finales de abril, ha asegurado estar "moralmente tranquilo" y ha negado haber hecho uso de información privilegiada en su provecho.
"Si yo no hubiera creído en la compañía no hubiera metido dinero y no hubiera conservado lo que tengo, he vendido todo lo que no me quedó más remedio que vender", ha asegurado el directivo.
La Fiscalía Anticorrupción ha solicitado que se admita a trámite la querella contra el antiguo presidente de Pescanova, acusado de presuntos delitos de falseamiento de información económico-financiera, falseamiento de cuentas anuales y uso de información relevante.
La Fiscalía considera que vendió acciones de la empresa antes de que la empresa hiciese públicos sus problemas económicos, de forma que utilizó información privilegiada para realizar estas operaciones y evitar pérdidas millonarias. En concreto, según los datos aportados por la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Sousa vendió entre diciembre y febrero 1.688.518 acciones a un precio medio de 16,26 euros, lo que supuso un ingreso de 27,5 millones y evitó una pérdida de 15,6 millones. El presidente de Pescanova vendió un 7% de su capital antes de solicitar el preconcurso.
Además, Sousa ha afirmado además que el valor de Pescanova excede "con mucho" a su pasivo y que está al día en las nóminas con los trabajadores, con Hacienda y con la Seguridad Social. "No es normal que una empresa que entra en concurso esté al día en todas sus obligaciones", ha afirmado.
Anticorrupción pide la imputación de la cúpula
