
Bankia espera conseguir unos ingresos de, al menos, 4.000 millones por la venta de su cartera industrial. Según el plan aprobado por la Comisión Europea, la entidad ajustó la valoración de las más de 200 compañías en las que participa a una horquilla de entre 3.800 millones y 4.900 millones de euros a finales de septiembre del año pasado, tras haber realizado dotaciones por un importe mayor a los 3.000 millones.
La intención del grupo es deshacerse de estas firmas, catorce de las cuales cotizan en el mercado bursátil, por encima de este valor en los próximos cuatro años. Su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró ayer que BFA-Bankia "no tiene prisa" por desinvertir en estas sociedades, como Indra, Mapfre, Iberdrola, IAG o NH Hoteles.
Por ahora ha iniciado algunos procesos, como la subasta de su filial estadounidense City National Bank of Florida. Tiene previsto que finalice antes de octubre. Goirigolzarri, durante una conferencia organizada por Europa Press, confió en obtener "alguna plusvalía" en la venta tras las dotaciones realizadas, pero sobre la inversión inicial, que asciende a casi 1.000 millones.
La venta de las subsidiarias es una de las condiciones impuestas por la Comisión Europea a cambio de las ayudas de 22.500 millones otorgadas a BFA-Bankia. El proyecto autorizado por Bruselas y publicado ayer, a diferencia de los de Catalunya Banc y Novagalicia, omite las previsiones de beneficios para los próximos años, entre otros datos. Tampoco clarifica la quita que tendrán que asumir los accionistas actuales, si bien deja caer que su participación en la entidad será residual tras los canjes de preferentes y subordinadas y la conversión de las nuevas ayudas.
Bruselas pretende que la valoración de las acciones baje de 2 euros el nominal a 0,01 euros, como en Banco de Valencia. Mantiene negociaciones con el Gobierno y el Frob, según Goirigolzarri. España presiona para elevar ese precio a 0,1 euros con el objetivo de reducir el impacto de las pérdidas para los inversores particulares que acudieron a la salida a bolsa de mediados de 2011.
El presidente de la entidad consideró ayer que "visto los resultados" la operación de debut en el mercado fue "un error".
Rentabilidad
La entidad ya anunció en noviembre que espera obtener unos beneficios de 1.200 millones en 2015, año en que el negocio recurrente vuelva a ser rentable. Será entonces cuando Goirigolzarri espera que el Estado pueda recuperar buena parte de las ayudas con la venta de títulos a inversores privados, en el mercado, "trozo a trozo". Se espera que el Frob controle más de un 60% de Bankia y mantenga el 100% de la matriz, BFA.
Ese año, incluso, podría empezar a recibir dividendos por su participación en el banco con cargo a los resultados de 2015, tal y como establecen las condiciones impuestas. Eso sí, la entidad tiene condicionada su política de retribución a disponer de unos niveles de solvencia por encima de la normativa vigente. En la documentación publicada ayer no aclara qué cuantías podría distribuir el grupo.
La rentabilidad, si se incluyen las partidas de las ganancias que se obtendrán por carry trading, ventas de participadas y la desinversión de unas 400 oficinas rentables, será positiva a partir de este año, entre un 5 y un 10%.
El plan establece distintos procesos de ajuste para que la entidad preserve su viabilidad, como el recorte de personal en unas 6.000 trabajadores, el cierre de unas 1.100 oficinas y la disminución paulatina de distintos negocios, como los créditos al promotor.
¿Fusión con Catalunya Banc?
La hoja de ruta de BFA-Bankia pende ahora, no obstante, de los planes que maneja el Gobierno tras haber tenido que suspender la subasta de Catalunya Banc ante la falta de ofertas atractivas por parte de la banca saneada.
Una de las opciones que baraja el Ministerio de Economía y el Frob es integrar ambas entidades, es decir, que BFA-Bankia absorba a la entidad catalana.
Goirigolzarri indicó que esta es una decisión que no le compete a Bankia, sino al Estado accionista mayoritario de ambas, pero aclaró que no hay negociaciones entre las partes para abordar una operación de este tipo.