IAG ha dado con la fórmula ideal para lograr que Iberia deje de tener una sangría de dinero en su estratégico negocio doméstico. El holding dirigido por Willie Walsh decidirá hoy en su consejo de administración la compra del 54,15% del capital que la compañía española todavía no controla en Vueling, según confirmaron ayer fuentes conocedoras de la operación a elEconomista.
La cotización de la empresa presidida por Josep Piqué a cierre de ayer era de 5,47%, lo que significa que su capitalización bursátil es de 163,6 millones de euros. Como Iberia ya controla el 45,85%, el desembolso que tendría que realizar es de 88 millones de euros. Sobre este importe, las mismas fuentes añaden que la prima que se podría ofrecer a los accionistas sería generosa "y podría rondar el 20%". De confirmarse este incentivo, el desembolso final rondaría los 100 millones de euros.
Exención de lanzar una opa
Según marca la legislación, Iberia estaría obligada a lanzar una opa de exclusión sobre el 100% de Vueling, que dejaría de cotizar en el parqué. De hecho, la Comisión Nacional del Mercado de Valores, (CNMV) ha concedido hasta la fecha a la compañía aérea con sede en Barajas una exención de lanzar una opa sobre la totalidad pese a que controla mucho más del 30% de su capital (el límite legal exigido). A cambio, Iberia no ha podido tomar parte en las decisiones estratégicas de la empresa con sede en El Prat durante los últimos años y los consejeros que la representan han tenido que abandonar las reuniones en esos casos. A última hora de ayer, la CNMV decidió suspender cautelarmente la cotización de Vueling.
Una vez que se cerrara esta operación, lo lógico es que el negocio de Vueling se fusionara con el de Iberia Express, filial cien por cien de Iberia. En principio, las actividades no son incompatibles y no tendrían grandes problemas de competencia, ya que la estrategia de la compañía de vuelos baratos presidida por Luis Gallego se basa en Barajas como centro de operaciones, mientras que la de Vueling tiene base en El Prat.
Sobre el papel, esta opa de exclusión debería tener éxito, ya que Vueling cuenta con un free float (porcentaje de acciones que cotizan libremente al estar en manos de pequeños accionistas) de más del 40% y sólo existen un par de fondos (Farringdon Capital y BNP) que controlan algo más del 3% del capital.
Los fundadores de la antigua Vueling (Lázaro Ros y Carlos Muñoz) también poseen un pequeño porcentaje: 1% y 2,31%, respectivamente. Los 92 millones de euros que cuesta el 54,15% de Vueling en el parqué no es un precio excesivamente caro para IAG si se tiene en cuenta que se podría pagar de sobra con el beneficio bruto de explotación (ebitda) previsto de la compañía para los próximos tres ejercicios, según las estimaciones del consenso de analistas agrupadas por FactSet.
No hay que olvidar tampoco que IAG desembolsó 207 millones para adquirir la aerolínea BMI. Aunque sobre el papel, esta operación es desastrosa desde el punto de vista económico, ya que la compañía aérea perdió 200 millones en 2011, su valor reside en los estratégicos derechos de vuelo que posee en Heathrow, ya que el primer aeropuerto europeo tiene grandes problemas de capacidad.
Al contrario de BMI, la trayectoria de Vueling en los últimos años es intachable. La compañía ganó 10 millones de euros en 2011 y para este ejercicio prevé cerrar con un beneficio de 15 millones de euros. Con estos precedentes sobre la mesa en el consejo de hoy es prácticamente seguro que IAG anunciará oficialmente el lanzamiento de la opa.
Otra de las ventajas de la compra de Vueling y su posterior integración con el negocio de Iberia Express es la compatibilidad de la flota de aviones: en ambos casos A320 fabricados por el grupo aeronáutico europeo Airbus.
Una flota que ahora mismo sumaría más de 70 aviones, pero que se podría duplicar a medio plazo. En la actualidad, la aerolínea catalana cuenta con 60 aviones que cubren alrededor de 100 destinos, mientras que Iberia Express ya alcanza las 14 unidades.
Según explicaba Álex Cruz, consejero delegado de Vueling, en un encuentro con la prensa hace un par de semanas, la compañía aérea continúa negociando el contrato para ampliar la flota, una renovación de aviones que podría suponer la adquisición de 60 nuevos aparatos. Con la compra por parte de IAG este plan se podría modificar, ya que Iberia puede traspasar la actual flota que posee de aviones A320 para cubrir las necesidades de vueling. De hecho, ya lo está haciendo en el caso de Iberia Express, donde la mayoría de sus aparatos están siendo alquilados a la matriz.
Segundo intento de compra
No es la primera vez que Iberia ha querido comprar Vueling. Ya lo intentó, pero los accionistas de referencia de la época: Inversiones Hemisferio (grupo Planeta) y Apax no aceptaron. La respuesta de Iberia fue lanzar Clickair, una compañía diseñada para competir en el negocio de corto y medio radio.
Tras varios ejercicios complicados, Clickair y la antigua Vueling decidieron fusionarse en igualdad de condiciones creando la actual Vueling. Como Iberia tenía el 80% de los derechos económicos de Clickair, partía con un porcentaje del 40% del capital, cifra que aumentó hasta el 45,85% actual tras adquirir algunas participaciones de pequeños accionistas.