
Iberia pierde peso dentro del holding IAG. Desde que se fusionó con British Airways, la aerolínea de bandera española ha entrado en números rojos y cada vez tiene menos aviones, plazas y rutas. Este empequeñecimiento progresivo sitúa a la compañía española en clara desventaja de cara a 2015, año clave para el futuro de IAG, porque se clarificará la hegemonía de una compañía sobre otra.
La fusión firmada en 2010 incluye una cláusula que entrega el poder del grupo a la aerolínea que aporte más del 50% de los ingresos y, si Iberia sigue el camino emprendido en 2011, el primer año de la fusión, no tiene muchas papeletas.
En la última revisión del reparto de pesos en IAG, el 55 por ciento está en manos de British Airways y 45 por ciento en las de Iberia. La cláusula ha sido muy polémica, ya que fue uno de los motivos por los que Fernando Conte dejó la presidencia de Iberia en julio de 2009 y fue sustituido por Antonio Vázquez.
Las huelgas también ahogan
El entorno económico y la postura del sindicato de pilotos, Sepla, tampoco han ayudado a la buena marcha de la aerolínea de bandera española. En los dos últimos años, el colectivo sindical, junto a los tripulantes de cabina, han convocado más de 15 días de paros por el nacimiento de Iberia Expres y la renegociación del convenio colectivo, que buscaba reducir empleos y recortar salarios.
Las huelgas han lastrado los ingresos de Iberia que calcula que los paros han costado entre 72 millones y 90 millones de euros a la compañía. En los primeros seis meses del año, Iberia ha asegurado que ha perdido 1,5 millones de euros al día lo que se ha traducido en unos números rojos de 241 millones.
Los malos resultados y la crisis económica ha obligado a Iberia a anunciar un plan de reestructuración a partir de septiembre. Para replegar velas, la aerolínea prevé bajar los sueldos de sus empleados y llevar a cabo un ERE. Esta medida es el siguiente paso a la creación de Iberia Expres, filial low cost de corto radio con la que la compañía ha tratado de reducir su tamaño, ajustar costes y competir con aerolíneas como Ryanair.
En los dos primeros meses la apuesta le ha salido bien, pero el alza de las tasas va a impactar en los resultados del grupo, con unas pérdidas adicionales de 20 millones, calculan los analistas.
Para llevar a cabo este nuevo ajuste, Iberia, que quiere lanzar una oferta por una parte de American Airlines, va a necesitar más liquidez. De momento, según informan desde el grupo español, todavía tiene caja aunque es muy inferior a la que tiene British Airways, que cada vez tiene más rutas, vuelos y aporta resultados positivos al holding IAG.
Blindada en Amadeus
En su búsqueda por asegurar el valor de la compañía, Iberia ha blindado su participación en Amadeus a 16,5 euros por acción, unos 500 millones. Proteger este activo le da margen de maniobra para utilizarlo como aval a la hora de pedir un crédito. La operación implica que, durante los dos próximos años, IAG renuncie a parte del dividendo que recibe de la tecnológica.
El año pasado, la aerolínea ingresó unos 12,4 millones por los 33,5 millones de acciones que posee en la compañía. Desde Iberia no han querido especificar qué parte del dividendo quedará en manos Nomura, pero esto supone una pequeña penalización para los ingresos de Iberia.
Amadeus representa el 16% del valor bursátil de IAG, por lo que, manteniendo fijo el precio de su participación, la compañía aérea espera asegurar el valor de sus títulos, que desde que salieron a bolsa en 2011 acumulan caídas del 41%.