
Con más de dos años de retraso sobre la fecha inicial prevista, Iberia anunció ayer oficialmente el lanzamiento de su filial low cost, que este domingo comenzará sus operaciones. Puede que la solución al corto y medio radio de Iberia llegue algo tarde, a tenor de las palabras de Rafael Sánchez-Lozano, consejero delegado del grupo.
Aunque el lanzamiento de Iberia Express no supondrá el despido de ningún empleado ni el recorte de plantilla por sí mismo, su retraso ya ha tenido fatales consecuencias para Iberia, que ha registrado unas pérdidas operativas en 2011 de 61 millones de euros y que es probable que repita números rojos para el presente ejercicio.
En buena medida, estos malos resultados se deben al aumento del coste del combustible, pero también al daño que le han hecho durante estos últimos ejercicios gigantes del low cost como Ryanair y EasyJet, que han tirado los precios y han obligado a Iberia a competir en tarifas con unos costes mucho mayores que sus rivales.
Ante la pregunta de si la dirección de la compañía está en condiciones de asegurar los puestos de trabajo pese a las pérdidas económicas, Sánchez-Lozano fue tajante: tal como está la actual situación económica "la aerolínea no puede asegurarlos".
Pero no era momento de lamentaciones. Iberia Express se lanzaba, pese a la amenaza del sindicato de pilotos de volver a retomar la huelga, y el nuevo proyecto se presenta a lo grande. Para la temporada de verano estrenará 17 destinos, según explicaba ayer su consejero delegado, Luis Gallego.
Comenzará a volar con cuatro rutas nacionales (Mallorca, Alicante, Málaga y Sevilla). Posteriormente, se añadirán en mayo Vigo, Lanzarote, Granada, Menorca e Ibiza. Ya en pleno verano llegarán las rutas de Dublín, Riga, Mikonos y Nápoles, además de Santiago, Fuerteventura y La Palma. El último destino de la temporada será Amsterdam y se incorporará en septiembre.
La intención es que la aerolínea gane dinero desde el primer día y ahorre hasta 100 millones de costes hasta 2015. De estos, un 45 por ciento procede del ahorro en las tripulaciones y un 25 por ciento en los servicios de handling. El salario medio de un piloto será de 6.000 euros netos volando 850 horas al año y 18 días al mes. Esta cifra representa aproximadamente la mitad del sueldo que cobra un comandante de Iberia. Con estas mismas condiciones, el copiloto ganará 2.800 euros, los sobrecargos, 1.370 euros y los TCP, 1.250 euros.
Aunque los precios del billete dependerán de muchos factores, Luis Gallego sí que dio unas tarifas de partida aproximativas. Así, desde Península y Baleares se podrá volar desde 25 euros, mientras que las rutas a Canarias se podrán cubrir desde 45 euros y las internacionales, a partir de 59 euros.