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Érase una vez una eléctrica española que se levantó una mañana y vio que su fortín estaba rodeado por varios ejércitos que lo acosaban. Se asomó por la ventana para ver si los refuerzos que había añadido al muro de su castillo durante los últimos años engrosando su tamaño funcionaban. El ejército ya se había despertado dispuesto a no vender barata la plaza y colocaba ladrillos alrededor de la muralla.
La defensa de Iberdrola es su precio y por cada céntimo que sus acciones suben en bolsa, el que quiera su castillo tendrá que poner sobre la mesa casi 50 millones de euros más, ó 500 millones por cada 10 céntimos, ó 5.000 millones por cada euro que avance...
¿Cuánto tendrían que pagar por la eléctrica?
En total, desde que reaparecieron las especulaciones sobre una oferta de compra (durante varios años han sido recurrentes), el que la quiera tendrá que gastarse casi 14.000 millones de euros más que desde que marcó su mínimo y desembolsar al menos 52.000 millones de euros y, eso, sin tener en cuenta la necesaria prima de control.
Como poco, Fortis calcula que la puja se movería en torno a 13 euros por acción. Eso significa pagar por Iberdrola 65.000 millones de euros. El presidente de Iberdrola , Ignacio Sánchez Galán, apunta más alto y habla de 20 euros, ó 100.000 millones de euros.
Mucho dinero tras las 'subprime'
La hipotética oferta, incluso salvando los obstáculos políticos y logrando el beneplácito de los accionistas que apoyan a Galán (las cajas afines al presidente controlan cerca de un 20 por ciento del capital), cuenta con el hándicap de la financiación. Cuando Enel y Acciona asaltaron Endesa, mientras buscaban financiación los bancos no tenían en la cabeza la crisis subprime. Ahora el dinero no se presta tan alegremente porque a los bancos les cuesta más encontrarlo o lo necesitan para ellos mismos.
En cualquier caso, si una compañía eléctrica puede plantearse una oferta de compra sobre Iberdrola -y ahí el mercado está acertado- es EDF (EDF.PA). No sólo porque tal como se reparten las eléctricas españolas el territorio español, la francesa tendría fácil enganchar sus centrales nucleares a la red de suministro eléctrico de Iberdrola (IBE.MC), sino porque es una de las pocas que podría permitirse ahora gastarse tanto dinero.
El bajo endeudamiento de EDF -podría limpiarse de créditos dedicando algo más de la mitad de su beneficio bruto de 2008-, es ahora su principal as. Teniendo en cuenta que para comprar Endesa, la italiana Enel se endeudó hasta un nivel de 3,5 veces su beneficio bruto de explotación estimado para 2008, EDF podría captar 46.498 millones de euros en deuda.
ACS entra en juego
Y, dado que a menos que asuma una tasa de endeudamiento mucho mayor, ahí es donde entra en juego la posibilidad de contar con el respaldo de un accionista de referencia como ACS (ACS.MC). Emprender esa aventura sola, con el capital que podría tener disponible, no le asegura que la operación vaya a tener éxito. Pero cobra más potencia si se considera que las intenciones de la constructora presidida por Florentino Pérez siempre han sido fusionar a Iberdrola con Unión Fenosa (UNF.MC), de la que controla un 43,31 por ciento del capital. Aunque sus objetivos siempre han chocado con los de Ignacio Sánchez Galán, con el que mantiene una relación muy distante. Y si no puede integrarlas enteras, ¿por qué no por partes? Eso es, al menos, lo que publicó Financial Times, que dejaba entrever que los megawatios (MW) que más le interesaban a ACS para integrar en Fenosa son los que estaban en poder de Renovables, la filial de energía verde de Iberdrola .
Con el beneplácito de ACS, la operación, además, adquiere otro cuerpo y pondría a los políticos españoles contra la espada y la pared a la hora de bloquear la oferta. Si el PSOE sale reelegido, ¿cómo podrá justificar que el binomio Italia/España funciona y no lo hace el de Francia/España? Si hubiera cambio de Gobierno, también habría controversia. El actual presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, no sólo proviene de un partido conservador más acorde con la línea del Partido Popular que con la de José Luis Rodríguez Zapatero, sino que, además, el Estado francés es el principal accionista de EDF, ya que controla un 85 por ciento del capital de la eléctrica. Además, ¿podría Manuel Pizarro, ex presidente de Endesa, desde su recién estrenado sillón del Ministerio de Economía, incluso Vicepresidencia, defender que la pérdida de la españolidad no es tolerable si el precio de la oferta es adecuado?
ACS también tiene capacidad para poner dinero en efectivo sobre la mesa para lanzar una oferta que sea atractiva. La cantidad, además, no tendría que ser pequeña, si la constructora consigue convencer a sus financiadores de que le traten igual que a Acciona cuando asaltó Endesa junto a Enel. Si los bancos le permiten alcanzar los mismos ratios de deuda de la empresa de los Entrecanales -9,1 veces su beneficio bruto de explotación estimado para 2008- ACS podría disponer de casi 18.400 millones de euros para apoyar a EDF. Sin olvidar que aportaría también su participación en Iberdrola.
En este momento, ya controla un 7,774 por ciento del capital de la primera eléctrica por valor bursátil española. Una participación que los socios ya no tendrían que pagar y que suponen un ahorro de casi 3.600 millones de euros para quien lanzara la oferta junto con Florentino Pérez. La otra carta que se guarda la constructora española es que tiene comprados los derechos para adquirir un 5,205 por ciento adicional de la eléctrica a través de productos derivados.
El plazo para que ejecute el primer contrato -que asciende a un 5,134 por ciento del capital- finaliza el 13 de junio de este año. A precios de mercado, el desembolso que realizaría ACS para comprar esa participación ascendería a 2.600 millones de euros, con lo que le quedarían 15.800 millones para engrosar la oferta en efectivo de un hipotético socio. De este modo entre EDF y ACS podrían captar 62.300 millones de euros. Eso les daría la capacidad de presentar una oferta de compra -descontando que el 12,91 por ciento de las acciones de ACS no acudieran a la oferta y quedaran inmovilizadas- a 14,32 euros por acción (muy lejos de los 20 euros que solicita Ignacio Sánchez Galán). Si ACS hiciera el esfuerzo de desprenderse de su participación de un 20 por ciento en Abertis y añadir otros 2.600 millones a la puja, el precio de la oferta de adquisición aumentaría a 14,92 euros.
Otras parejas para Iberdrola
Pero no hay que olvidar que una vez abierto el melón de las especulaciones, sobre la torre de Iberdrola también pueden acechar las alemanas E.On <:EOA.XE:> y RWE (RWE.XE). La primera, situando su endeudamiento en 3,5 veces su beneficio bruto de explotación podría encontrar financiación para gastarse en compras alrededor de 27.000 millones de euros. La segunda, que es la que está más saneada entre las grandes eléctricas del mundo, colocando su deuda también a 3,5 veces su beneficio bruto de explotación, podría reunir más de 30.000 millones de euros para adquisiciones.
Para RWE realizar alguna adquisición ahora sería una forma de no convertirse en presa. Con un valor bursátil muy en línea con el de Iberdrola , pero sin compromisos financieros, puede convertirse en objeto de deseo de sus competidoras.
Qué guerrero puede ganar
Sin ninguna oferta sobre la mesa, para jugar a ganador, el consenso de mercado cree que, entre las grandes protagonistas del que puede convertirse en el nuevo culebrón del sector eléctrico, EDF es la apuesta más atractiva, porque para alcanzar su precio objetivo todavía debería subir en bolsa casi un 30 por ciento.
Para ellos, con Iberdrola y Fenosa, cuyos precios objetivos son, según el consenso, 11,28 y 49,5 euros respectivamente, quedaría por ganar algo más de un 10 por ciento, igual que con la germana RWE. No obstante, ésta última cuenta con una rentabilidad por dividendo más elevada, que supera el 4 por ciento, frente al 3 por ciento de Iberdrola . Para los bancos de inversión, el recorrido que le queda a E.ON supera el 20 por ciento.