
El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha logrado una primera victoria en la guerra por los blindajes estatutarios, lo que supone un primer varapalo para Florentino Pérez. Santander: ACS no podrá hacer nada.
El Tribunal Supremo ha atendido la petición de medidas cautelares de Iberdrola para que la enmienda por la que se eliminaba la limitación al 10% en los derechos de voto en la compañía no entre en vigor, ya que de lo contrario se podría causar un daño de diíficil subsanación.
ACS que es el principal accionista de la eléctrica con un 19,02%, ve cómo sus expectativas de poder votar por su participación efectiva y sin tener ningún tope como ocurría hasta ahora, se esfuman. Y precisamente por lo relevante que era esta norma para la constructora se la bautizó como la enmienda Florentino o también como enmienda del ladrillo, ya que también favorecía las posiciones de Sacyr en Repsol, donde cuenta con un 20% del accionariado.
Cabe destacar que el Tribunal Supremo no puede anular leyes pero sí que con la admisión de cautelares, tumbar esta enmienda o por lo menos prorrogar aún más su entrada en vigor, ya que la norma fue aprobada en junio del pasado a través de la Ley de Sociedades Anónimas pero se estableció que esta norma no entrara en vigor hasta el 1 de julio de 2011 para que no afectara a las juntas que quedaban por celebrarse a finales de 2010.
Así, in extremis la resolución del Supremo sale a la luz justo un día antes de que las empresas cotizadas perdieran sus fortalezas ante movimientos de accionistas hostiles. Y precisamente para Iberdrola se trata de un tanto a su favor, ya que en su recurso alega defectos de forma en la tramitación de la norma y subraya aspectos como los daños que, en su opinión, la supresión de los blindajes provoca a los accionistas minoritarios.