
El fútbol español se enfrenta a una grave situación económica. Los casi 4.000 millones de deuda que acumulan los clubes de nuestro país obligan a buscar soluciones desesperadas. El ejemplo de las Ligas de nuestro entorno es el mejor para decidir qué pasos seguir, si bien la duda sigue latente: ¿será capaz un organismo como la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de autorregular el sector con duras restricciones económicas con gigantes como Real Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla en contra?
Hoy por hoy, la respuesta a esta incógnita es incierta. La propia LFP avanzó la semana pasada un posible plan de ajuste que pretende aprobar para su entrada en vigor la temporada 2014-2015.
Según ha podido saber EcoDiario.es, varios de los integrantes de la competición recelan del plan, o mejor dicho, ansían su entrada en vigor de forma inmediata aunque no creen que otros clubes lo acepten.
El motivo: recortaría las posibilidades competitivas que tienen actualmente mediente un uso poco legítimo de la ley concursal . Y es que varios clubes de la Primera División denuncian que, amparados bajo esta ley, conjuntos de esta competición realizan fichajes que más tarde no podrán pagar.
La falta de control en España
En este sentido, España es una isla en el panorama europeo. Sólo un club, el Poursmouth inglés, se acogió al equivalente británico de esta norma. Fue hace una temporada. En apenas dos, en nuestro país ya son 21 los clubes de Primera y Segunda que se encuentran en concurso de acreedores.
Oasis de caos económico que se explica por la falta de control por parte de las autoridades estatales hacia el deporte rey. Francia, Alemania u Holanda llevan aplicando desde hace años férreas normas con las que controlar, en primer lugar, que no existan grandes deudas con los proveedores principales y, en segundo lugar, que se le pague el salario a los principales implicados: los jugadores.
En España los clubes acumulan 42 millones de deudas con más de 300 futbolistas. Algo así sería imposible en la Bundesliga germana o la Ligue 1 francesa. Ambas competiciones obligan a sus clubes a presentar un plan de viabilidad antes de que arranque la temporada para garantizar que se den casos así.
Estos controles pueden realizarse incluso mediada la campaña. En caso de no cumplir con los requisitos mínimos, estos conjuntos son excluidos de la competición.
Organismos independientes
Los encargados de ejercer estos controles no son las competiciones locales, sino organismos independientes que garantizan que no habrá otros intereses ocultos a la hora de dar luz verde a los planes presentados por los equipos analizados.
Esta es la principal controversia del plan presentado en España por la LFP. En su propuesta, sería la propia Liga la que controlaría estos planes de viabilidad. En fuentes del Consejo Superior de Deportes, según el diario Marca, este aspecto no gusta: prefieren que sea una consultora la encargada de hacer pasar el filtro.
Deuda también en Europa
Sea como fuere, estos controles tampoco evitan que la deuda de las Ligas más importantes del mundo sea tambien grande, si bien se está consiguiendo reducir los márgenes anteriores.
En Inglaterra la deuda alcanza los 680 millones de euros con unos volúmenes de pérdidas que se acercan a los 4.000 millones de euros, cantidad que se concentra en los clubes más importantes, la mayoría en manos de grandes riquezas extranjeras.
En Italia la deuda global es de 611 millones de euros. En alemania, 644 millones entre la Primera y la Segunda División, con una reducción de 78 millones en el último ejercicio. Cierra la lista Francia con 130 millones de euros. El año pasado rondaba los 260 millones, pero el Gobierno de Sarkozy impuso recortes drásticos en los presupuestos que frenaron la sangría en sus cuentas.