La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) se queda sin flotadores a los que agarrarse. Pese a llevar varios días circulando un cuaderno de venta entre diferentes entidades españolas, hasta el momento, sólo el Banco Santander habría respondido con una oferta que ya se estaría analizando el propio Banco de España.
De su aceptación o su rechazo dependerá la intervención o no de la caja alicantina, según aseguran fuentes conocedoras del proceso.
Y es que son lentejas. O la CAM acepta la oferta del grupo que preside Emilio Botín o la entidad que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez pone en marcha el mecanismo de la intervención. Una vía con la que el Banco de España des- carta la nacionalización de la enti- dad, como le ha pedido la propia caja alicantina al solicitarle 2.800 millones de euros.
Las mismas fuentes aseguran que Fernández Ordóñez ya habría advertido a la CAM de que no tiene previsto dejar en manos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) la viabilidad de la entidad, al cuestionar su capacidad de supervivencia en la actual coyuntura económica. Eso supondría, del mismo modo, un varapalo pa- ra el supervisor, que vería com- prometido su prestigio en una operación con escasas posibilidades de éxito.
Hay que recordar, además, que esa fórmula estaba ideada para tomar participaciones del entorno del 20 por ciento, mientras que en el caso de la alicantina un eventual desembarco del Frob podría elevar ese porcentaje hasta el 80 por ciento.