Empresas y finanzas

No hay burbuja 2.0: la tecnología no debe dinero y atesora 152.000 millones

Facebook ya vale 85.000 millones de dólares en el mercado secundario de EEUU. Su valoración se incrementa 12.000 millones cada mes. Otras compañías que también han visto cómo sube su valor, como LinkedIn o Skype, ya han confirmado su salida a bolsa en el segundo semestre de este año. Twitter también está entre las futuribles.

Ante la escalada de la valoración de estas empresas dedicadas de una u otra manera al negocio de las redes sociales , muchas han sido las voces que han alertado del riesgo de que se esté gestando una burbuja 2.0 a imagen y semejanza de la que reventó al Nasdaq hace una década. Máxime cuando, de forma paralela, se ha podido ver cómo ha perdido fuelle la cotización de tecnológicas como Apple o Cisco, de tal manera que ahora están más baratas que hace tan sólo unos meses.

Sin embargo, el miedo en el mercado a otra burbuja no existe: el índice tecnológico por excelencia está marcando en la zona de los 2.300 puntos máximos de la década, pues no se veían en el selectivo niveles semejantes desde hace diez años. ¡Y sigue estando barata!

¿Es éste el mismo caldo de cultivo del que salió la burbuja de las puntocom? Las fuertes caídas que experimentó el parqué tecnológico en 2001 llegaron después de que en los tres años anteriores la especulación catapultase en bolsa a las puntocom, compañías de nuevo cuño cuyo modelo de negocio estaba basado en un nuevo sector de posibilidades aparentemente ilimitadas: Internet.

Qué ha cambiado

Pero el mundo del 2001, y el mercado de por aquel entonces, ya no son los mismos que el mundo y el mercado de 2011. Después del pinchazo tecnológico llegó un periodo marcado por la depuración, en el que muchas de las compañías que antes habían sido las niñas bonitas de inversores y analistas se vieron obligadas a cerrar sus puertas o a fusionarse con otras competidoras para garantizar su presencia en los mercados.

Sólo han sobrevivido 24 de los valores que comenzaron su andadura bursátil al rebufo de la Red de Redes, entre las que figuran nombres tan conocidos como eBay, Adobe o Vodafone. En el año 2000, sólo estas compañías supervivientes acumulaban una deuda superior a los 30.000 millones de dólares.

Hoy, el indicador acumula una caja de 152.355 millones de euros para 2011 (saldo de las deudas y tesorería de las cien mayores compañías del Nasdaq), según las previsiones del consenso de mercado. Otro dato: de las compañías que lo integran, hasta 75 saldarán este ejercicio con su tesorería más que saneada. Pero las cajas realmente voluminosas son las de 8 compañías, encabezadas por Apple, que ya lideró este ranking el año pasado.

¿Para cuándo un dividendo?

La tecnológica de la manzana tiene unos 50.000 millones de euros a su disposición para 2011. ¿Qué podría hacer con este dinero? Dos son las opciones más evidentes. La primera, irse de compras o crear alianzas estratégicas, como ya hicieron anteriormente algunas de sus competidoras. Sin ir más lejos el último acuerdo de Microsoft, la segunda compañía del índice que atesora una caja mayor (30.600 millones de euros) fue con la finlandesa Nokia para desarrollar sistemas operativos para teléfonos móviles que les permita competir con el iPhone de Apple y el Android de Google.

La otra opción para dar salida a esos 50.000 millones pasa por que Apple retribuya a sus accionistas.

"Apple dispone de una enorme caja, lo más obvio sería que la aprovechase para retribuir", afirma Stuart Rhodes, de M&G Investments, y añade: "Los grandes negocios tecnológicos de EEUU están empezando a pensar en pagar dividendos, lo que daría al inversor un muy buen retorno a largo plazo".

Efectivamente, el reparto de dividendos es una opción que cada vez se baraja más para otras compañías que todavía no miman de esta manera a sus accionistas, como Google, la tercera del Nasdaq por tesorería al disponer de 25.642 millones de euros. Cisco, sin ir más lejos, anunció hace unos días que el próximo 20 de abril repartirá el primer dividendo de su historia, con un importe de 0,06 dólares por acción.

Existe una tercera posibilidad, la combinación de las dos opciones anteriores: "Apple y Google generan grandes cantidades de caja al año, por lo que tienen flexibilidad de sobra para pagar dividendos, pero también se pueden permitir una combinación (con operaciones corporativas), como hicieron Coca-Cola o Procter & Gamble", explican desde la gestora.

El PER más bajo de la década

Si todavía busca más argumentos que echen por tierra la tesis de una burbuja 2.0, basta con comparar el PER (número de veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) medio del indicador hace una década con el que posee actualmente. En el año 2000, este ratio ascendía a 39,9 veces. Una vez roto el encanto que tenían las por entonces compañías pioneras en Internet, el PER del Nasdaq se disparó hasta superar las 50 veces el año siguiente.

En 2011, este criterio de inversión (por norma general, cuanto más reducido, más atractiva es la inversión) se sitúa en las 14 veces, el mismo con el que cerró el índice el año de la caída de Lehman Brothers. También es el más bajo de estos últimos 11 años.

Quien esté buscando las compañías más baratas tomando como referencia este ratio debería prestar atención a las farmacéuticas Warner Chilcott y Cephalon y al proveedor de servicios electrónicos Flextronics International, pues las tres presentan peres inferiores a las 7 veces. Pero hay más donde elegir, pues hasta un tercio del Nasdaq ofrece ratios similares o inferiores a los de su índice de referencia.

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