
Los recortes previstos ascienden a 1.890 millones de euros en Europa y 4.618 millones en EEUU. La tecnología, el acero y las automovilísticas serán los más afectados según la consultora Marsh
Las tensiones en el mercado ante la posibilidad de que se agrave la crisis nuclear en Japón están repercutiendo en la política, donde se está reabriendo el debate sobre el futuro de la energía nuclear, pero también en la economía global. El importante papel exportador que tiene el país nipón y su posición puntera en sectores como el automovilístico y el electrónico está contagiando los desplomes en bolsa y el temor a otras economías.
Tanto es así que los expertos cuantifican que, desde que la tierra tembló hace ya más de una semana, las compañías sufrirán recortes en sus beneficios para 2011 que ascienden a más de 4.600 millones en EEUU y a unos 1.900 millones de euros en el Viejo Continente.
Ni siquiera las palabras del propio gobierno japonés, asegurando que el país seguirá creciendo lo estimado y que el daño del terremoto y tsunami será "limitado" puesto que la zona devastada sólo supone el 4,1% del PIB del país, ha convencido al mercado.
Por lo pronto, la consultora de riesgos Marsh ha alertado de que las multinacionales, cuyos productos y servicios dependen de proveedores japoneses, podrían sufrir "importantes interrupciones" en su cadena de suministro que pueden llegar a durar meses y afectar a sus ventas. Un impacto que, según sus especialistas, sufrirán principalmente el sector tecnológico, el del acero y el automovilístico.
Ante este escenario, las casas de análisis se han lanzado a revisar sus valoraciones para recoger el impacto que puede tener en las distintas actividades.
La banca vuelve a pesar
Cuando el problema japonés se limitaba a los grandes desperfectos que había causado el terremoto, los inversores se lanzaron a adquirir títulos de las compañías ligadas a las infraestructuras y a las energías verdes y se desprendieron, entre otras cosas, de las compañías de automóviles y aseguradoras.
Sin embargo, una vez desatado el riesgo nuclear, fue el sector financiero el que más contribuyó en la última semana a la caída del Stoxx 600.
Entre las compañías del Viejo Continente más castigadas desde el punto de vista de su cuenta de resultados se encuentran las financieras británicas Lloyds y HSBC. En ellas, los expertos han recortado en 175 y 108 millones las previsiones de beneficios para este ejercicio. Un cambio acompañado, además, con descensos de valoración que en ninguno de los casos alcanzó el 1%.
En el caso de la gala Wendel, que tiene un tamaño en bolsa muy inferior a las compañías anteriores y se dedica entre otras cosas a fabricar componentes eléctricos, los descensos que puede sufrir se prevén que alcancen los 130 millones de euros.
Sin embargo, a juzgar por las previsiones que maneja el consenso de mercado de FactSet, las consecuencias del terremoto también se dejarán notar principalmente en sectores como el de metales y minería y en farmacéuticas y todo lo relacionado con servicios sanitarios. Así, las cuentas de resultados de la petrolera BP y de la minera Rio Tinto también recogen recortes en sus cuentas de resultados de 134 y 98 millones de euros respectivamente.
En EEUU, los grandes descensos del S&P 500 vinieron de la mano de la tecnología y del sector financiero. A pesar de ello, la compañía que según los expertos puede verse más perjudicada por seísmo es la aseguradora Ace, en la que prevén que presente al término del ejercicio un beneficio de 1.540 millones de euros, 254 millones menos que las estimaciones realizadas antes de la catástrofe.
El negocio de Carnival es otro de los que más puede verse afectado y el temor a que su actividad disminuya ha llevado a los expertos a recortar en 166 millones las ganancias previstas.
El impacto en los beneficios puede ser tal que, en esta ocasión, ni los gigantes americanos han conseguido evitar los recortes. Buen ejemplo de ello es que grupos de la talla de Microsoft, JP Morgan, Pfizer e IBM son las otras compañías cuyas cuentas de resultados más pueden verse lastradas. En todas ellas, los recortes superan los 100 millones de euros, pero se prevé igualmente que consigan cerrar con ganancias que superan los 10.000 millones de euros. Eso sí, los recortes y las pérdidas de beneficios no ha hecho temblar la contundente recomendación de compra de sus títulos motivada por el atractivo potencial alcista y rentabilidad por dividendo que poseen.
El lado más optimista, si cabe, está en las oportunidades que ofrece la bolsa japonesa tras los grandes desensos y la apreciación de su divisa. Tanto es así que desde el terremoto, los expertos han incrementado la valoración de todas las compañías del Nikkei, salvo en Kubota, MS&AD Insurance Group Holdings, Shiseido y Japan Steel Works.