El grupo de alimentación registró en los primeros seis meses del año unas pérdidas netas de 20,5 millones de euros, lo que supone recortar un 69,2% los números rojos del mismo periodo de 2009, cuando perdió 66,7 millones.
Según indica en su nota a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la facturación se situó en 627,5 millones de euros hasta junio, una cifra "ligeramente inferior a la de 2009 por la evolución de los precios de las materias primas", pero añade que las ventas crecieron en volumen un 2,1%.
El beneficio bruto de explotación (EBITDA) entre enero y junio fue de 50,1 millones de euros, lo que duplica el resultado obtenido en el primer semestre de 2009.
La compañía explica que en el primer semestre se anotaron un impacto de gastos no recurrentes por valor de 32,2 millones de euros. Según detallan, 14 millones de euros fueron cargas de carácter financiero, debidos fundamentalmente a la evolución de determinados instrumentos derivados, mientras que los 18,2 millones restantes proceden principalmente de las minusvalías registradas por la venta de activos no estratégicos.
En cuanto a la deuda, SOS informa de que ha conseguido reducirla en 106 millones de euros gracias al proceso de desinversiones y a la capitalización de la deuda de las cajas acreedoras, que ya controlan el 49% de la compañía tras la primera ampliación de capital. A julio, la deuda del grupo sumaba 1.300 millones de euros.
Fianza de 360 millones
Ayer, la compañía comunicó a la CNMV que la Audiencia Nacional ha fijado una fianza de 360 millones de euros a los hermanos Jesús y Jaime Salazar, contra los que la empresa había presentado una querella.
Nueva Rumasa intenta un nuevo acercamiento