
Los bancos británicos podrían enfrentarse a la regulación "más dura" para los bonus del mundo si Londres aprueba la reforma del sector financiero, según ha asegurado su autor, David Walker. Y todo apunta a que será pronto. "Daremos los pasos que sean necesarios para implantarlas lo antes posible", ha afirmado el ministros de Finanzas británico, Alistair Darling.
Hoy se ha publicado el iforme final que David Walker ha confeccionado. Este banquero de 69 años, ex presidente de Morgan Stanley Internatinal, recibió el encargo de Londres de elaborar las propuestas para modificar el sistema financiero, que ahora tendrán que ser aprobadas.
Duras propuestas
En virtud de los cambios que sugiere, las entidades británicas se verán obligadas a revelar el número, aunque no el nombre, de los directivos con remuneraciones superiores al millón de libras anuales (1,1 millones de euros, 1,6 millones de dólares).
Además, quiere que una parte su remuneración se realice en varias tandas, para que esté "equilibrada". En su opinión, al menos la mitad de las primas deberán pagarse en forma de incentivos en periodos de tres a cinco años, mientras que no más de un tercio debería ser entregado en el primer año.
Además, deberá permitirse a los bancos que puedan "recuperar" los pagos efectuados en caso de que se produzcan errores de gestión o conducta. Las entidades también tendrán más poderes para controlar las inversiones que realizan sus empleados y los riesgos que asumen con ellas.
Respaldo gubernamental
A pesar de su dureza, el plan de reformas podría comenzar a funcionar pronto, ya que cuenta con el respaldo del Ejecutivo británico. "El Gobierno respalda con firmeza sus recomendaciones y dará los pasos necesarios para ponerlas en marcha tan pronto como sea posible", manifestó Darling.
Según explicó el ministro de Finanzas británico, "las propuestas de Sir David representan el anteproyecto de cómo deberán operar los bancos en el futuro. Su informe contiene recomendaciones sobre el control del pago de primas que ya forman parte de los estándares globales aceptados por el G20".
Algunas de las recomendaciones del plan están incluidas en la legislación anunciada la semana pasada por el primer ministro, el laborista Gordon Brown.
Algunos expertos culpan a la cultura de las primas que impera en Gran Bretaña y Estados Unidos de haber hecho que los gestores de fondos asumiesen un riesgo excesivo con sus inversiones, cosa que favoreció el hundimiento de los mercados financieros y de la economía global.
Gran Bretaña ha empleados miles de millones de libras en salvar de la quiebra las principales instituciones bancarias del país como el Royal Bank of Scotland y el Lloyds Banking Group en meses pasados, en pleno auge de la crisis económica mundial.