La Comisión Europea ya se prepara para abrir una investigación sobre la fusión entre Iberia y British airways. Investigación que se sumará al expediente abierto en octubre sobre la alianza entre estas dos aerolíneas y American Airlines en las rutas transatlánticas. Iberia venderá el 30% de la participación en Amadeus cuando salga a bolsa.
Oficialmente, el Ejecutivo comunitario se mantiene al margen de la fusión. Y deja en manos de Iberia y de British Airways la responsabilidad de determinar si la concentración es sólo de ámbito nacional y debe ser sometida a la autorización de las autoridades nacionales de Defensa de la Competencia en España y Reino Unido; o de si por su dimensión se trata de una operación comunitaria que debe ser aprobada desde Bruselas.
Oficiosamente, la Comisión Europea calcula que la fusión entre las aerolíneas española y británica cae dentro de los umbrales que el reglamento comunitario sobre control de concentraciones establece para determinar cuándo una fusión tiene dimensión comunitaria.
Una concentración es comunitaria y debe bendecirla Bruselas cuando el volumen de negocios total a escala mundial realizado por el conjunto de las empresas afectadas supere los 5.000 millones de euros, y el volumen de negocios total a escala comunitaria realizado individualmente por al menos dos de las empresas afectadas por la concentración supere los 250 millones de euros.
Aunque se superaran ambos listones, la concentración sería nacional y no comunitaria si cada una de las empresas afectadas realizara más de dos tercios de su volumen de negocios total comunitario en un mismo Estado de la UE.
Alianza con American Airlines
Por otra parte, el portavoz de la liberal holandesa Neelie Kroes, comisaria europea de Competencia, recordó ayer: "En octubre enviamos un pliego de cargos a British Airways, Iberlia y American Airlines sobre el alcance de su cooperación en las rutas transatlánticas. Ese caso de defensa de la competencia continúa".
"No tenemos claro en este momento cómo puede afectar el proyecto de fusión a esta cooperación, así que hasta que oigamos algo en sentido contrario, el caso antitrust continúa", añadió el portavoz de Bruselas.
Iberia, British Airways y American Airlines habían pedido permiso a Bruselas para gestionar de manera conjunta horarios de vuelos, disponibilidad de plazas para pasajeros, precios e ingresos en las rutas entre Europa y América del Norte (Estados Unidos, Canadá, México y Puerto Rico).
Ceder rutas a los rivales
Bruselas teme que esta alianza les dé un poder excesivo y, para mantener la competencia, podría obligarlas a ceder a sus competidores algunos de sus derechos de vuelo en estas rutas y, si no lo hacen, prohibir la alianza.
En el caso de la fusión hispano-británica, la autorización de Bruselas también podría estar condicionada a que la aerolínea resultante ceda a otros rivales parte de sus slots (franjas horarias y derechos de aterrizaje y despegue) en las rutas en las que la suma de ambas pueda dar lugar a una posición de monopolio.