Empresas y finanzas

¿Le conviene a Iberia segregar el fondo de pensiones de British?

Cuando los consejeros de Iberia se sienten hoy en las oficinas de la madrileña calle de Velázquez 130 para dilucidar sobre el futuro de la fusión con British Airways, seguro que existe una cuestión sobre las demás que les causará verdaderos quebraderos de cabeza: qué hacer con el fondo de pensiones de la aerolínea británica.

Parece que el consejo de administración extraordinario de Iberia llega con la intención de pedir a British Airways que segregue el fondo de pensiones, cuyo agujero económico podría superar los 4.000 millones de euros, antes de realizar la fusión, pero ¿es beneficioso para la aerolínea que preside Antonio Vázquez?

A no ser que el presidente de la compañía de bandera española se guarde algún conejo en la chistera, a priori no parece la mejor opción. Una de las mayores bazas con las que cuenta Iberia a la hora de intentar conseguir una ecuación de canje lo más favorable a sus intereses es precisamente el fondo de pensiones de British, que tendría que penalizar a la aerolínea británica en el reparto accionarial del nuevo gigante que nazca tras la fusión.

Los 'pros' de la segregación

Si se segrega antes de hacer la valoración, British Airways ganará enteros en el reparto. Y, para colmo, una vez que se cerrara la fusión el fondo de pensiones se volvería a incorporar a la compañía de una u otra manera, por lo que si su agujero siguiera creciendo afectaría al nuevo grupo en el que ya estaría incorporada Iberia, que tendría que asumir su parte proporcional en las pérdidas del fondo sin comerlo ni beberlo.

Iberia tiene que utilizar el fondo de pensiones de British para su propio interés. Lo lógico sería incluirlo en la valoración para alcanzar la mejor ecuación de canje posible y después llevar la carga entre las dos aerolíneas. Además, el problema del agujero económico, que hoy es una de las cuestiones más controvertidas de la fusión, mañana podría dejar de serlo, porque en cuanto mejore la economía y la bolsa siga subiendo, la carga de las pensiones se irá llevando mucho mejor.

Ahora mismo, si se tiene en cuenta el cierre bursátil de ayer de ambas aerolíneas, la hipotética ecuación de canje daría a Iberia el 43% del nuevo grupo, un porcentaje lejano a la paridad pretendida hace algunos meses, pero mucho más beneficioso para los intereses españoles que el 33% que le correspondía a Iberia cuando se anunció oficialmente la fusión a finales de julio de 2008.

Hay otras cuestiones también urgentes que seguro que se pondrán sobre la mesa. Con su mandato en Caja Madrid marcando la cuenta atrás, Miguel Blesa se podría buscar una aseada salida en la nueva British -Iberia como consejero o incluso con un cargo superior, que le garantizara continuar su carrera empresarial en la City.

De todas maneras, da la impresión que ahora es Iberia a la que no le interesa darse tanta prisa. Por lo menos eso se podría interpretar de las declaraciones de los dos mayores directivos de las aerolíneas. Ayer, Antonio Vázquez no quería marcar fechas de cierre de la fusión, aunque reconocía que iba por muy buen camino. En cambio, Willie Walsh, el consejero delegado de British Airways, se ha fijado como fecha antes de que finalice el año.

¿Será por que ahora la ecuación de canje es más favorable a British que en febrero? No se sabe. Lo cierto es que la sintonía es clara desde que Vázquez aterrizó en Iberia. Ambos ejecutivos ya se han visto en repetidas ocasiones durante el verano y el impulso en las negociaciones ya nadie lo puede negar.

Unidas para vivir la recupación del sector

Puede haber otra razón que sobrevuele las prisas anunciadas por British Airways. Si la economía se recupera a comienzos del próximo ejercicio, uno de los primeros sectores que lo notará será el aéreo. Empezar a volar juntos cuando cambie el panorama económico sería muy positivo para Iberia. Aunque la recesión en España dure un año más, los vecinos europeos y, un poquito más allá, los norteamericanos, estarán más desahogados económicamente y cogerán más el avión.

La IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) ha dado señales en esta dirección. Pese a que la demanda de pasajeros cayó un 1,1% en el mes de agosto, parece que la hemorragia comienza a remitir. De hecho, Giovanni Bisignani, su presidente, se atrevió ayer a augurar que la demanda tendrá un crecimiento del 4% en 2010.

Si los augurios se cumplen, Iberia se tiene que ver beneficiada en los vuelos de largo recorrido a EEUU y en los de media distancia a Europa. Y para cuando llegue ese momento, mejor ir de la mano de British .

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