
Aún no ha empezado a desarrollarse y ya surgen las primeras complicaciones. La posible utilización de los mecanismos con los que faculta el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) al Banco de España ya han comenzado a chocar con la oposición de las cajas de ahorros y la inflexibilidad de unas Comunidades Autónomas que apoyan a sus cajas frente a las objeciones del supervisor. El fondo de rescate desata una pelea entre Banco de España y Economía.
"¿Qué significa reestucturación?, significa fusión como poco". La respuesta que el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez daba a los periodistas tras su última comparecencia en el Congreso de los Diputados colisiona de frente con las intenciones de Caja Duero y Caja España que, con el apoyo de la Junta de Castilla y León, han iniciado ya conversaciones hacia una posible integración.
No tardó en reaccionar el Banco de España quien pidió abiertamente que sean más ambiciosos en este proyecto, pero pinchó en hueso. Aunque el vicepresidente segundo y consejero de Economía, Tomás Villanueva, abogó por dejar a los expertos y a las cajas que decidan el modelo de reestructuración más viable, "con arreglo a los aspectos económicos y financieros de cada operación", matizó que "desearía para Castilla y León que en la medida que sea posible y viable" se lleve a cabo un proceso de integración.
Villanueva prefiere mantener las cajas de la región "que tienen su personalidad jurídica y su existencia, pero en una fórmula que les permita consolidar estructuras financieras y económicas, es decir, lo que se conoce como un grupo consolidado".
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