El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) ha desatado otra batalla en la larga guerra que vienen librando el Banco de España y el Gobierno. Las sucesivas modificaciones que la ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, ha negociado con los grupos parlamentarios han derivado en una merma de los poderes del Banco de España.
Esto ha provocado un profundo malestar en la institución que gobierna Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a la que han dejado al margen de las últimas y definitivas negociaciones, tal y como aseguran fuentes conocederas de la situación.
El detonante se produjo tras la llegada al Ministerio de Elena Salgado, que echó por tierra gran parte del trabajo realizado conjuntamente por el entonces ministro Pedro Solbes y el gobernador del Banco de España. Fruto de aquel trabajo, Fernández Ordóñez remitió un primer borrador del Frob a Economía en el que se contemplaban una serie de modificaciones a la Ley de Cajas. Salgado dijo no.
"No está en los planes del Gobierno modificar la Ley de Cajas", aseguró el pasado viernes la ministra Salgado en un encuentro con periodistas tras la reunión del Consejo de Ministros, algo que Miguel Ángel Fernández Ordóñez sabía desde mucho antes. Sin embargo, lo que desconocía el gobernador del Banco de España era que, fruto de las negociaciones entre el Gobierno y los grupos parlamentarios, la última palabra sobre cualquier actuación del Frob la tendría el Ministerio de Economía.
Fuentes parlamentarias reconocen que la "pelea" entre el Gobierno y el Banco de España, que ya se había enquistado en torno a las divergencias con el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, sobre la reforma del mercado laboral, se vieron agravadas durante la redacción del texto del Frob donde "Mafo (el acrónimo de Miguel Ángel Fernández Ordóñez) ya se veía con manos libres para hacer y deshacer a su antojo" apuntan.
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