
¿Qué haría usted si su jefe reconociera públicamente que en su puesto de trabajo huele a alcohol por las mañanas y que no rinde como debiera? Lo más lógico es que empezara a buscarse rápidamente una salida.
Pues eso es, precisamente, lo que están haciendo varios jugadores del Real Madrid, galácticos como David Beckham o Ronaldo incluidos. El pasado martes por la noche, Pedja Mijatovic, máximo responsable deportivo de la entidad, reconocía en una entrevista en el programa El Larguero, de la Cadena Ser, que algunos jugadores llegaban a los entrenamientos "en condiciones inapropiadas para el trabajo".
¿Y qué ha pasado? Pues que el club ha empezado a preparar bajas. Y el problema es que, con un presupuesto para esta temporada de 318 millones de euros, están en juego más de 136 millones, que son los ingresos que el club logra por marketing y venta de camisetas.
Cambio de modelo
Tras la marcha de Figo y Zidane, el próximo en abandonar la casa blanca será David Beckham, el icono del club en los últimos años. Hoy se ha confirmado que dejará el Real Madrid a final de temporada para jugar en los Angeles Galaxy y se ha especulado con que el inglés cobrará 192 millones de euros por sus cinco años de contrato. "No seguirá con nosotros después del verano. El Real Madrid no le renovará el contrato", aseguró Mijatovic en una entrevista con la cadena italiana Sky, de la que se hizo también eco la británica BBC. El problema es que aunque su caché como jugador ha empezado a caer, su imagen se mantiene casi intacta y puede hacer temblar las arcas del club.
Si en la temporada 2000-2001, el Real Madrid facturaba 39,1 millones de euros por la venta de camisetas y otros productos relacionados con el equipo, a raíz de la llegada de Beckham y tras una gira por Asia, los números se dispararon. Ya en la temporada 2003-2004, la primera campaña que jugó el jugador inglés en las filas blancas, la cifra se había duplicado hasta los 88 millones. A medida que sus espectaculares goles de falta daban la vuelta al mundo, los ingresos han aumentado y se acercan ya a los 140 millones.
¿Y por qué se va? Al margen de razones deportivas, el Madrid quiere mantener el 50 por ciento de sus derechos de imagen y el jugador no esta dispuesto. Pero Beckham no será el único en marcharse. En el club siguen buscando sitio a Ronaldo y, según aseguraba ayer el diario As, el brasileño tiene ya una oferta sobre la mesa, la del Al-Ittihad de Arabia Saudí, el club que ha fichado al portugués Luis Figo, otro de los antiguos galácticos que trajo Florentino Pérez, para la próxima temporada. Y eso por no hablar del Inter de Milán, que podría estar dispuesto a pagar hasta 15 millones de euros por el delantero brasileño.
El legado de Florentino
Lo que está claro es que Ramón Calderón ha decidido cambiar todo el modelo de su antecesor, Florentino Pérez, que basó gran parte de su estrategia en el fichaje de jugadores mediáticos para conseguir así ingresos por marketing.
La cuestión está en saber si logrará los mismos resultados. Según un estudio realizado por Deloitte, y aunque los resultados deportivos no acompañaban, gracias a la gestión de Pérez, el Real Madrid se convirtió en 2005 en el club más rico del mundo con una facturación de 276 millones de euros, arrebatando la primera posición al Manchester United.
Lo que todo el mundo se plantea está en saber, sobre todo, si tras la suspensión de la actividad de BenQ Siemens, el principal patrocinador del equipo, y la marcha de los galácticos, el resto de patrocinadores del club, como Adidas, Mahou, Audi, Telefónica, Sanitas o Coca-Cola siguen confiando en el equipo. Y es que la crisis deportiva podría pasarles también factura.
De momento, la buena noticia para Calderón es que, al menos, ha logrado 1.100 millones de euros por los derechos audiovisuales durante siete temporadas, de 2008 a 2013.
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