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El año del fintech: atraerá más de 400 millones de inversión en 2017

  • El sector captó 250 millones de euros en inversiones el año pasado

Aunque la digitalización ha irrumpido con fuerza en todas las compañías y, por ende, en todos los sectores empresariales, existe uno en el que este proceso ha obligado a sus actores a plantearse un nuevo modelo de negocio. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores

Es el caso de la banca o servicios financieros, que ha visto cómo las startups que iban surgiendo en el sector -conocidas como fintech- ganaban peso gracias a su agilidad y dinamismo. Al igual que se consulta el correo electrónico a diario o el perfil en redes sociales a través de los smartphones, lo cierto es que el consumidor actual demanda esa misma accesibilidad en lo que respecta a sus finanzas personales.

Precisamente por ello, no resulta extraña la buena acogida que este ecosistema está percibiendo. De hecho, como indica el presidente de la Asociación Española de Fintech e Insurtech (Aefi), Jesús Pérez, "la generación de emprendedores de este sector en España es muy solvente". Además, los servicios tecnológicos aplicados al ámbito financiero han experimentado en los últimos años un notable desarrollo, de forma que los actores implicados en el mundo fintech coinciden en que ya se puede hablar de cierta maduración en este segmento de actividad.

El tamaño del sector

En este sentido, Marta Plana, vicepresidenta de Aefi, explica que "el número de empresas que componen el sector fintech en España oscila entre 200 y 215 entidades. Todas ellas emplean a algo más de 2.500 trabajadores y en 2016 captaron 250 millones de euros en inversión. Para el presente año se espera un crecimiento a un ritmo similar y que se alcance la cifra de 400 entidades a finales del ejercicio".

La realidad es que la inversión en este ámbito ha crecido de forma significativa recientemente, como reconoce Emma Navarro, secretaria general del Tesoro y Política Financiera, quien añade que "a pesar de ello, España aún está lejos de países como Reino Unido o Alemania, donde este índice es bastante mayor". De hecho, en las regiones citadas, no sólo son superiores las cifras de inversión, sino también aquellas relativas a la generación de empleo, ya que el país anglosajón cuenta hoy con más de 60.000 empleos en el sector fintech, mientras que el Estado germano tiene 15.000, tal y como señala Rodrigo García de la Cruz, vicepresidente de Aefi, quien afirma, en línea con lo anterior, que "en 2015 se invirtieron en startups fintech más de 5.000 millones de euros en todo el conjunto de la Unión Europea".

Reino Unido se postula, de este modo, como el espejo en el que mirarse dentro del ecosistema. No es para menos, ya que es la región pionera en el progreso de incentivos regulatorios para el fomento de las empresas fintech. En este sentido, Enrique Fernández, socio responsable del área legal del segmento de Servicios Financieros de EY, revela que "se pueden tomar dos ideas del mundo anglosajón: en primer lugar, modernizar el régimen de acceso a la actividad para que los procesos de autorización no se demoren; y, en segundo lugar, establecer a qué se denomina innovador".

No obstante, aunque nadie duda del papel de Reino Unido, las últimas predicciones apuntan a que Alemania está avanzando de manera destacada en el entorno fintech europeo. Así, "los datos de 2016 muestran que Alemania ha desbancado al país anglosajón en términos de inversión", apunta García de la Cruz.

En el caso nacional, el auge del sector no va precisamente unido al desarrollo de una regulación apropiada para la actividad. Ésta es, de hecho, la principal y más relevante demanda de los actores implicados en el ecosistema pues, como menciona Fernández, "el sector fintech no ha encontrado hasta la fecha el mejor encaje legal posible en nuestro país".

Protección a los consumidores de servicios financieros

Teniendo en cuenta que la base de estos negocios es el dinero de los ciudadanos, resulta imprescindible que la legislación les otorge cierto amparo y seguridad. "El ciudadano debe sentirse protegido, pues nos referimos a su capital y ahorros", indica Plana. Ello debe aplicarse sobre todo en el proceso de pago, que está dotándose cada vez más de un componente online, así como en la legislación sobre protección de datos.

Sin embargo, no es éste el único requerimiento que se hace en materia fintech. El hecho de poder ejercer su actividad junto a instituciones como CNMV o Banco de España es también una de las principales demandas de los agentes implicados y lo manifiesta de este modo la vicepresidenta de Aefi: "queremos promocionar la competitividad en el ámbito financiero y hacerlo con un diálogo continuado junto a los organismos reguladores".

De hecho, si las propuestas anteriores llegasen a buen término, España podría emplear el arma de la regulación como imán para atraer a compañías y capital extranjero. Así lo cree García de la Cruz, quien añade que "esto es importante porque dinamiza al sector financiero y crea empleo de calidad con perfiles digitales". Por todo ello, el sector invita a aprovechar el efecto Brexit para convertir nuestro país en polo de innovación tecnológica y posicionarlo como destino fintech por excelencia en el marco europeo.

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