
Pese a las ligerísimas mejoras que se aprecian en el mercado laboral, cada oferta de trabajo recibe ingentes cantidades de candidatos. Por ello, hay que buscar la manera de destacar respecto a la competencia, para tener mayores probabilidades de éxito y acceder al puesto. Para ello, son muchas las personas que apuestan por los currículums creativos, con el objetivo de diferenciarse del resto.
Es evidente que un CV distinto puede llamar la atención, pero hay que tener mucho cuidado y evitar que el continente acabe teniendo más importancia que el contenido, como señala Belén Claver, consultora de desarrollo profesional y consultant CV.
La experta destaca, en un artículo en el portal de empleo Infojobs, que algunos de los CV que recibe son bonitas infografías, que siguen las recomendaciones de numerosos gurús, pero al final son tan complicados de descifrar "como un cuadro de Kandisky".
Por ello, la experta señala una serie de puntos que hay que tener en cuenta, para no pasarse con la creatividad. En definitiva, hay que meditar más las decisiones, y "cocinar los currículums con tiempo y esfuerzo, más que con aliños y fanfarrias".
1. Evitar distracciones
El objetivo de cualquier CV, sea clásico o creativo, es realzar el perfil profesional. Hay que evitar que el envoltorio pueda distraer, destacando solo lo anecdótico.
2. Acorde con el puesto
No todos los trabajos son creativos. Es un elemento que hay que tener en cuenta, ya que lo más adecuado es adaptar el CV a las necesidades del puesto al que se aspira. No tiene sentido destacar la creatividad para conseguir un puesto de trabajo mecánico.
3. Consonancia
Se puede maquillar el contenido, o poner el CV bonito, pero eso no da nuevas habilidades y competencias, que es lo realmente atractivo para los reclutadores.
4. Objetivo final
El objetivo final de todo CV es conseguir una entrevista de trabajo, y eso no lo asegura la creatividad. Hay que descartar lo superfluo y centrarse en las competencias relacionadas directamente con el puesto de trabajo que se quiere conseguir.
5. Buen gusto
El buen gusto, por desgracia, no es una competencia innata. Hay mezclas de colores que dañan la vista, excesos de iconos, grafías imposibles... hay que tener en cuenta siempre la regla de "menos es más".