
El Congreso Nacional de Business Angels ha reunido en la Marina de Empresas de Valencia a 300 asistentes, incluyendo los principales inversores privados de España, para debatir sobre su papel como motores de crecimiento de negocios en fases iniciales.
Durante el encuentro, los expertos han dado sus claves para ser un buen business angels. Y lo primero que recomiendan es tener paciencia. El tiempo medio en España hasta que se produce un evento de liquidez como la venta de la compañía, la salida al mercado bursátil o el reparto de dividendos está entre los cinco y los diez años. Por eso, animan al inversor "a destinar los recursos que no vaya a necesitar y no asustarse". En esos años habrá momentos en el que el proyecto esté a punto de perderse, pero hay que perseverar siguiendo el plan de negocios fijado y ajustándolo cuando sea necesario.
Javier Megías, CEO de Startupxplorer recomendó que, a la hora de afrontar un negocio, "no hay que desarrollar una idea de lo que tú crees que necesitan los clientes, sino detectar qué es lo que quieren esos clientes". Se trata de "dar soluciones imaginativas a problemas cotidianos", añade Raúl Aznar, vicepresidente de Big Ban.
Gestionar el fracaso
Por último, cualquier business angel coincide en que una de las primeras premisas que tiene que asumir un emprendedor es la de gestionar el fracaso. "Los que acumulan ya experiencia en la inversión privada consideran que el fracaso es el primer éxito, ya que permite darte cuenta de los errores y aprender de ellos para la siguiente aventura empresarial".
Los business angels son empresarios que apuestan por un negocio, invierten y arriesgan su capital junto con el emprendedor. Por ello, los inversores privados se sienten más cómodos implicándose en diferentes aventuras empresariales en fase inicial, invirtiendo en cada proyecto cantidades que oscilan entre los 30.000 y los 200.000 euros. El objetivo es conseguir una buena diversificación del riesgo. En palabras de Tomás Guillén, presidente de Big Ban Angels y elegido mejor business angel del año 2015, "es importante coinvertir y diversificar las inversiones para minimizar los riesgos. El business angel ha de ser creativo y estar preparado para asumir los fracasos, pero no se necesita un gran capital. Hoy por hoy, con aportaciones a partir de 3.000 euros se puede empezar a invertir".
Jaime Esteban, director de Angels -la sociedad de Juan Roig, presidente de Mercadona, para canalizar su actividad emprendedora-, ha destacado la importancia de acometer proyectos de manera conjunta para "aprovechar las sinergias, diversificar el riesgo y aprender". Para Esteban, "en el proceso de inversión las diferencias son los ceros, porque la manera de hacer las cosas ha de ser la misma".
El capital inteligente
Las asociaciones de inversores, por su parte, aportan el network, la infraestructura a disposición del proyecto empresarial, en dos dimensiones: contactos comerciales para acelerar el proceso de crecimiento y la reducción de tiempos en la maduración del mercado. Más tarde, interviene en fases en las que hace falta mayor financiación en la búsqueda de nuevos inversores.
En estos momentos, las grandes compañías de referencia ya están incorporando en su responsabilidad social corporativa ayudar a proyectos innovadores. Por otro lado, la figura del business angel es, en muchas ocasiones, una manera de canalizar una parte de las inversiones de grupos familiares. En todos los casos, se trata de un "capital inteligente, donde la aportación al emprendedor no es simplemente financiera, sino que se añade la experiencia, los contactos y el saber hacer empresarial", asegura Tomás Guillén.