Economía

La trama secreta del presidente de Italia para frenar al Gobierno populista de Salvini y Di Maio

El presidente de Italia, Sergio Mattarella. // Reuters

El presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, ha establecido un cordón de seguridad para que el Gobierno populista de La Liga y el Movimiento 5 Estrellas (M5E) no se desmadre con la ayuda del ministro de Finanzas, Giovanni Tria, y el primer ministro, Giuseppe Conte.

Italia está recuperando la confianza del mercado. El bono a diez años sigue alejado del 3%, en pleno debate de los presupuestos para 2019. Todo el mundo esperaba que las cuentas fueran a ser el primer choque entre Bruselas y Roma, tras acceder al Gobierno las dos formaciones que triunfaron en las elecciones del pasado mes de marzo.

Dentro de las propuestas más populistas de los dos partidos contemplaban las promesas de un fuerte recorte de impuestos, impulsado por la Liga, y de una renta ciudadana para las personas más favorecidas, impulsada por el M5E, que dispararía el déficit al 5%. La Comisión Europea tiene impuesto el objetivo de que baje para este ejercicio del 2%.´

Sin embargo, el compromiso público de Tria de ajustarse a las reglas fiscales europeas ha calmado al mercado y los grandilocuentes titulares de ambas formaciones para defender su agenda política están siendo amortiguados. La deuda sigue evolucionando favorablemente gracias a que entre bambalinas se está moviendo Mattarella, el presidente de la República de 77 años, que ya puso pegas al Gobierno en coalición que presentaron la Liga y el M5E.

Mattarella está coordinando la resistencia al Gobierno con Conte, primer ministro, elegido por las dos formaciones para ejecutar el programa electoral de ambos partidos, y Tria, ministro de finanzas y la cara más visible del complot. El ministro de Finanzas fue el hombre que desbloqueo la formación de Ejecutivo ante la desconfianza mostrada por el propio Mattarella. Su nombre valió para que el presidente de la República diera luz verde al Gobierno en coalición, a cambio de que la Liga desistiera de poner al frente de la economía del país a gente cercana a su formación que promoviera una ruptura en el euro.

El presidente y el primer ministro hablan con frecuencia y discuten todos los aspectos de los desafíos políticos del país, unidos por su compromiso para seguir dentro de la Unión Europea y sus reglas presupuestarias, manifiestan a Bloomberg funcionarios cercanos al Gobierno.

"Mattarella está actuando detrás de escena para frenar a Salvini y Di Maio (líderes de la Liga y M5E, respectivamente), explica Giovanni Orsina, profesor de Economía en la universidad de Luiss en Roma. Mattarella está tratando de guiar a su país a través del campo de minas político creado por las elecciones generales de marzo.

Italia votó por Salvini, con un discurso antiinmigración, y por Di Maio, adalid de las clases más desfavorecidas. Los votantes hastiados de años de estancamiento económico, una ola de inmigración del norte de África y una sensación general de que el país estaba en declive, dieron la espalda a los partidos.

En una situación normal de la política italiana, el presidente de la República se mantendría alejado de la disputa política con un perfil constitucional, pero desde el minuto uno Mattarella ha entendido la excepcionalidad del momento para evitar que Italia protagonice la próxima crisis política y económica en Europa.

Desde la constitución de 1948, las obligaciones del presidente incluyen garantizar un presupuesto equilibrado y el respeto de los compromisos internacionales. El jefe del Estado tiene más atribuciones y capacidad política que en España.

El presidente vetó a Paolo Savona como candidato de la Liga a ministro de finanzas, un economista que había argumentado que Italia debería estar preparada para abandonar el euro. Matarella ha seguido atando en corto al ministro de Interior y líder del partido de ultraderecha, Matteo Salvini.

El mes pasado habló del "sufrimiento y coraje de los inmigrantes" y en septiembre habló de cómo el despertar del sentimiento nacionalista puede llevar al conflicto. Y todo ello con Salvini utilizando la inmigración como herramienta política.

Mattarella tiene aliados en el Gobierno, además de Conte y Tria. Cuenta con el apoyo del ministro de Exteriores, Enzo Moavero Milanesi, con los que está frenando las medidas más populistas de la Liga.

Mattarella exigió que Salvini la modificación del decreto de inmigración que iba suponer un recorte de derechos y libertades de los ciudadanos no italianos. El gabinete presidencial dijo que varias medidas eran anticonstitucionales.

La campaña también muestra signos de éxito en el presupuesto. Salvini y Di Maio han reprimido las declaraciones más agresivas, dejando a Tria todo el protagonismo. El gobierno tiene hasta el jueves para publicar su proyección de déficit para el próximo año.

"Estamos absolutamente convencidos (y puede ser visto por todos) de que en los ministerios hay personas que están trabajando fuertemente en contra de nosotros", ha llegado a publicar M5E en su página web.

Mattarella está dispuesto a probar los límites de la Constitución y no se descarta que en algún momento revoque leyes y las devuelvas al parlamento para que se ajuste a las normas europeas. El presidente tiene derecho a hacerlo pero abriría una crisis institucional con el Gobierno, que puede terminar en una tormenta financiera.

Italia es el segundo país más endeudado del euro, solo por detrás de Grecia, con nivel endeudamiento del 130% del PIB. Di Maio ya amenazó con llevar al Supremo el veto de Matarella al ministro de Finanzas.

"Hasta ahora, Mattarella está ejerciendo una gran presión moral para presionar por unas finanzas públicas saludables y para recordarles los compromisos de la Unión Europea", subraya Orsina.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky