El primer ministro de China, Li Keqiang, ha anunciado medidas fiscales por valor de 65.000 millones de yuanes (8.100 millones de euros) para medianas y pequeñas empresas y facilitar la inversión privadas en sectores de telecomunicaciones, transporte y energía. La reunión ejecutiva del Consejo de Estado también ha aprobado la emisión de 1.350 millones de yuanes en bonos especiales para financiar a gobiernos locales en proyectos de infraestructura en curso.
El Gobierno chino redoblará los esfuerzos para garantizar la entrega del fondo de garantía de financiamiento estatal que asignará préstamos por 140.000 millones de yuanes a unas 150.000 pequeñas y microempresas cada año.
Pekín quiere evitar la demanda interna se vea afectada por las tensiones comerciales. El recorte de impuestos está destinado a fomentar el gasto en investigación la inversión en infraestructuras.
La política fiscal ahora debería ser "más proactiva" y estar mejor coordinada con la política financiera, según el comunicado , una señal de que el Ministerio de Finanzas intensificará su contribución para apoyar el crecimiento junto con el banco central. El Banco Popular de China redujo las reservas en tres ocasiones este año y dio a conocer una serie de medidas para el sector privado y las pequeñas empresas.
Las expectativas de un mayor relajamiento en las condiciones monetarias redujeron el yuan a un mínimo de 13 meses y subrayaron un cambio amplio en la dirección de política de China a medida que crecen los temores de que una guerra comercial entre China y Estados Unidos pueda asestar un duro golpe a la economía.
"El gobierno está enviando una señal clara de que se está preparando para defender el crecimiento ... Premier Li puede estar preocupado por el impacto negativo del desapalancamiento en el crecimiento", explican los economistas de ANZ Raymond Yeung y Betty Wang.
