
Bruselas. El día ha llegado. Como también llegó cuando España se jugó llevar la sede de la Agencia Europea del Medicamento a Barcelona, o conseguir la presidencia del Eurogrupo para Luis de Guindos. Agua en ambos casos. Pero esta vez es diferente, porque la cuarta economía del euro, y el Gobierno del PP, difícilmente podrían encajar un golpe más en la mandíbula. El prestigio internacional ya no puede sangrar más.
En Europa se sabe. Y será precisamente Luis de Guindos, el ministro más internacional, la cara española en Davos, el encargado de intentar revertir la tendencia. Para ello cambiará el ministerio de Economía por la vicepresidencia del Banco Central Europeo (BCE), una de las instituciones más poderosas de Europa.
Los socios de la eurozona son conscientes de la cuenta pendiente con Madrid. Por eso, cuando sus ministros de Finanzas se reúnan a partir de las tres de la tarde todo parece encauzado para aupar a su colega español, el más veterano en la sala, hasta la sede de Fráncfort. Saben que España hizo los deberes durante la crisis con dolorosas reformas, a pesar de las 'mareas' de protestas.
Reconocen que no pueden continuar violando el acuerdo entre caballeros, por el que las cuatro principales de economías de la zona euro deberían sentarse en una de las seis sillas del Consejo Ejecutivo del eurobanco. Y, sobre todo, coinciden en la infrarrepresentación española en los altos cargos europeos, e internacionales.
Ocupamos una cartera de 'zona UEFA' en la Comisión Europea (Clima), y ninguna presidencia en la UE. Alemania domina las principales instituciones en la sombra (secretaría general del Parlamento Europeo, jefe de gabinete de la Comisión Europea, principal país del Consejo), además de las instituciones financieras de la UE (Mecanismo Europeo de Estabilidad, Junta de Resolución Única, Banco Europeo de Inversiones).
Italia ostenta las presidencias del Parlamento Europeo, el BCE y la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad. Solo Francia parece algo coja, aunque ocupa la influyente cartera de Economía de la Comisión, y sus diplomáticos dominan la segunda línea.
La falta de poder institucional salta a la vista no solo al compararnos con los más grandes, sino también con los que tenemos más cerca. Portugal consiguió recientemente la presidencia del Eurogrupo. En el plano internacional, conquistó nada menos que la secretaría general de las Naciones Unidas. Y será precisamente de sus manos de quien recibamos, si nada se tuerce, la vicepresidencia del BCE esta tarde en torno a las cinco, y que actualmente carga sobre sus hombros Vítor Constâncio.
Todo parece indicar que Luis de Guindos cambiará su sueldo de 73.650 euros en el ministerio por los 334.080 euros de la vicepresidencia de Fráncfort. Porque más allá de sus méritos, que sus colegas se los reconocen, las deudas pendientes con España son enormes. El exministro de Finanzas Alemán, Wolfgang Schäuble, ya le prometió la silla a De Guindos mucho antes de su salida. El resto de apoyos de sus colegas de la Eurozona, en público o en privado, ha ido cayendo en cascada durante los últimos días, también desde otras familias políticas.
Eslovaquia, Portugal, Malta, Letonia, Lituania, Austria, Chipre, Finlandia… y también Francia. "Lo más probable" es que París respalde al español, según informó una fuente del Gobierno a Reuters. Solo Italia entre los grandes continúa con las cartas pegadas al pecho.
Los ministros del euro apuntan que De Guindos no solo es un buen ministro sino un buen compañero, por lo que aun les resulta más difícil mantener el feo a España en el plano internacional, por muy buenas credenciales que presente su oponente al cargo. Esta tarde los ministros de Finanzas del euro probablemente conseguirán forjar el consenso en torno a De Guindos.
Mañana oficializarán su propuesta, ya en el formato del Consejo Ecofin con el resto de ministros de Finanzas de la UE. Para ello, el español debería recibir al menos 14 de los 19 votos de los ministros de Finanzas del euro. Una vez confirmada su nominación, su nombramiento será ratificado por los jefes de Estado y de Gobierno en la cumbre del 22 y 23 de marzo para que tome posesión a partir del 1 de Junio.