Economía

El 'plan Macron' comienza a devolver a Francia al lugar que le corresponde en Europa

  • El PIB de Francia crece al ritmo más rápido desde el año 2011
  • La tasa de paro sigue alta, pero ya ha caído hasta el 9,3%
  • "Macron ha abordado reformas que se llevaban postergando años"
Emmanuel Macron, presidente de Francia en la portada de 'La Tribune'. Dreamstime

El presidente francés, Emmanuel Macron, y sus reformas quieren devolver a Francia al lugar que le corresponde en Europa. El giro radical de las políticas económicas ha comenzado a dar sus frutos: Francia está logrando la expansión económica más sólida en seis años y aunque el cambio acaba de comenzar, París podría volver a ser la capital de la segunda potencia económica de Europa en el futuro. Ahora el PIB de Francia está ligeramente por debajo del de Reino Unido y muy lejos del de Alemania.

El plan Macron quiere brindar más apoyo a los autónomos, facilitar la contratación y el despido de trabajadores a las empresas y flexibilizar las restricciones de todo tipo a las que se enfrentan las compañías del país, es decir, mayor margen de maniobra para que la economía gala sea más competitiva dentro un mundo globalizado y en el que comparte divisa con la todopoderosa Alemania.

Todo estos cambios también tienen como objetivo principal reducir el desempleo y dar mayor impulso a la economía. Los datos publicados el martes muestran que el PIB de Francia aumentó un 0,6% en los últimos tres meses de 2017, con una expansión anual de 2,4%, el mayor crecimiento desde 2011.

Revolución laboral

Después de haber asumido el mando en mayo tras una campaña de reformas económicas y un fuerte compromiso con la Unión Europea, Macron ha completado una revisión histórica de la legislación laboral francesa a finales de año. Sin embargo, con la deuda pública cerca del 100% del PIB y el desempleo en el 9,3%, los retos siguen siendo importantes para Francia.

La reforma laboral permitirá que las pequeñas empresas puedan negociar las condiciones laborales con sus empleados con mayor libertad, pudiéndose descolgar de convenios sectoriales que englobaban a todas las firmas de la industria y que no tienen en cuenta la situación de cada una de ellas. Es decir, que si una empresa estaba presentando pérdidas y un descenso de sus ventas podía verse obligada a subir salarios si se acordaba en el convenio sectorial.

Las firmas que tengan menos de once empleados podrán negociar las condiciones directamente con los empleadores, sin necesidad de tener representación sindical. Sin embargo, este tipo de cambios preocupa a sindicatos y parte de los trabajadores, que temen no tener suficiente poder ni experiencia para negociar el marco laboral con los empleadores.

Por otro lado, también se ha fijado un límite a la indemnización por despido improcedente. El pago dependerá de cuánto tiempo haya estado empleado el trabajador, puesto que la indemnización se incrementará de forma progresiva. Un empleado cuyo despido sea considerado improcedente por los tribunales después de dos años trabajados puede obtener una indemnización equivalente a tres meses de salario, mientras que un trabajador con 30 años trabajados en la empresa puede recibir un máximo de 20 mensualidades, que es el tope tras la reforma laboral.

Además, la nueva legislación laboral permite que las empresas recorten empleo de forma colectiva ofreciendo bajas voluntarias a través de prejubilaciones. En el caso de las multinacionales, este tipo de política se puede implementar si se demuestra que es necesario y sin tener en cuenta los beneficios de la empresa fuera de Francia.

Esta batería de cambios laborales pretenden hacer más atractiva la contratación de nuevos empleados, puesto que si el ciclo económico o las circunstancias cambian será más sencillo realizar ajustes. La descentralización de la negociación colectiva a nivel empresa permitirá realizar ajustes internos (modificación tiempo de trabajo y salarios) sin que sean necesarios los ajustes externos o por cantidades, tales como el despido.

La opinión de los expertos

"Macron ha dado un nuevo impulso, una nueva energía, y está transformando el panorama y las condiciones de producción de bienes y servicios en este país", explica Stéphane Boujnah, máximo ejecutivo de la bolsa de valores Euronext en una entrevista con Bloomberg Television.

"La mayoría de las reformas estructurales clave que se han postergado durante años se están implementando", señala Boujnah a Bloomberg. El crecimiento del cuarto trimestre estuvo respaldado por las exportaciones, el gasto familiar, la inversión y el consumo del gobierno. Según Bloomberg Economics, la "naturaleza diversa de la expansión la hace más sostenible".

Aunque las reformas de Macron están estimulando la confianza en Francia, el presidente no puede llevarse toda la gloria de lo que está sucediendo por el momento. Macron está aprovechando, en parte, el impulso generado por los recortes de impuestos aprobados por la administración anterior.

Importante para Europa

Una economía francesa más robusta y que demuestre flexibilidad y competitividad ayudará a impulsar la visión de Macron para fortalecer Europa e intentar evitar el tipo de crisis que han estado a punto de romper la Eurozona a principios de esta década.

Hace que sea "un poco más fácil avanzar con reformas más controvertidas y recortes al gasto público", explica Jessica Hinds, de Capital Economics, en Londres.

Lo economistas de Bloomberg aseguran que "otro trimestre de sólido crecimiento del PIB ha ayudado a la economía francesa a recuperarse casi por completo de la crisis del euro. Incluso una vez que se repare ese daño cíclico, Francia puede continuar buscando un fuerte crecimiento del PIB aprovechando las reformas del mercado laboral del presidente Emmanuel Macron, que probablemente hayan aumentadi el tamaño potencial de la producción".

El gobierno de Macron está trabajando actualmente con sindicatos y empresarios para renovar el sistema de formación laboral de Francia y las políticas activas de empleo. Después continuará revisando las prestaciones por desempleo.

"Claramente, aún queda trabajo por hacer en cuanto a la deuda y consolidación fiscal", sentencia Boujnah. El crecimiento de Francia ha estado por debajo de la mostrada por la Eurozona en los últimos años. Esta situación debe comenzar a cambiar, Francia tiene que renovarse y volver a ser el gran contrapeso que equilibre la balanza del euro.

El ministro de Finanzas, Bruno Le Maire, ha asegurado que la expansión económica de 2017 se ha impulsado en una base bastante amplia, incluidas las exportaciones, la inversión y el gasto de los consumidores, y ha proyectado que el impulso continuaría este año.

"Este es el resultado del regreso de la confianza de los hogares y los empresarios desde la elección del presidente y la implementación de reformas, así como un ambiente internacional positivo", explica. "Esta tendencia debería continuar en 2018".

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