
El exministro de Economía y Hacienda Pedro Solbes ha defendido que durante la primera legislatura en el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero sus críticas al boom inmobiliario cayeron "en saco roto".
"La limitación a la mitad de la ayuda para la compra de vivienda o mis criticas públicas sobre viviendas iniciadas o lo inadecuado de las hipotecas a 40 años cayeron en saco roto", ha espetado Solbes durante su comparecencia en la comisión parlamentaria que investiga la crisis financiera, la quiebra de las cajas de ahorro y el rescate.
En opinión de Solbes, en 2004, cuando se iniciaron 800.000 viviendas frente a una necesidad estimada de 450.000, los operadores del sector de la construcción consideraban que era más importante mejorar su posición frente a los competidores. "Que la fiesta no terminase".
Solbes ha criticado que la LORCA ampliaba las capacidades de las cajas de ahorros para salir de su negocio tradicional, lo que permite entender el crecimiento del crédito en el sector de la construcción y e iniciar más viviendas de las necesarias.
En este sentido, ha reconocido que las medidas aplicadas por el Ministerio para ampliar el acceso a la vivienda no resultaron lo suficientemente eficaces para afectar a la evolución de su precio. Además, ha admitido que medidas como los vehículos de inversión estructurada y las provisiones anticíclicas desalentaron el crecimiento del crédito, "pero no lo suficiente".
La reforma de las cajas debería haber sido antes
En otro orden de cosas, Solbes ha manifestado que al Gobierno le faltó valentía para acumular superávit antes de la crisis y reformar la gobernanza de las cajas de ahorro antes del estallido de la crisis. "Creo que debimos ser más valientes en términos superávit y más valientes en entrar en la gobernanza de las cajas", ha reconocido.
En todo caso, Solbes ha puesto en duda que esta última reforma "hubiera sido posible visto el momento político", aludiendo durante su intervención a la minoría parlamentaria en la que se encontraba el PSOE. Según su opinión, "el problema no eran las cajas" sino las características de una "gobernanza inadecuada", y cree que esto también afectaba a las posibilidades del Gobierno para reformarlas.
"El tema de la gestión era clave, pero dada la sensiblidad política y territorial, modificar la legislación no era realista si no existían problemas de solvencia", ha dicho el exvicepresidente, que ha señalado que la reforma tuvo que esperar hasta la intervención de Caja Castilla-La Mancha.
Admite la culpa del Gobierno para prever la crisis
Durante su intervención, Solbes también ha admitido "claros errores de previsión en términos macroeconómicos" y también a la hora de detectar la llegada de una segunda recesión y su magnitud. "No fuimos capaces de detectar la fuerte recesión", ha dicho, recordando que si bien el Gobierno previó una contracción del PIB del 2% en 2009, la caída alcanzó el 3,6%.
Asimismo, ha señalado que en 2010 el Ejecutivo de Zapatero confiaba en "volver a la normalidad" y recuperar el crecimiento, algo que "tampoco sucedió". "Con la segunda recesión nos equivocamos totalmente", ha aseverado.
Excesivo peso de los sindicatos
Solbes también ha criticado que Rodríguez Zapatero se apoyara "excesivamente" en los sindicatos a la hora de emprender reformas sociales y laborales. "Uno de los temas de los que no estoy especialmente contento es haber dejado todo el tema social en manos de los agentes sociales sin impulsarles a ir... Si hubiéramos hecho algunas cosas más, habríamos evitado problemas posteriores", ha dicho.
En otro momento de su comparecencia Solbes ha criticado que "las reformas laborales se dejaron excesivamente en manos de los agentes sociales". De hecho, ha señalado que este apoyo en los agentes sociales fue uno de los puntos de desacuerdo con Zapatero, y que se reflejó posteriormente en la crisis, cuando Solbes apostó, ha dicho, por "reavivar todo el tema de mercado laboral".
No fue hasta 2010 cuando el Gobierno socialista emprendió una reforma laboral, un año después de la salida de Solbes del Gobierno. Sin embargo, hasta entonces Zapatero creía, ha dicho su exvicepresidente, que había "margen" para poder actuar con una política expansiva "porque parecía que las arcas estaban llenas".
Contrario al Plan E
El exministro ha asegurado que hubiera preferido reservar los recursos destinados al Plan E por si la crisis económica se complicaba. En concreto, ha señalado que los recursos destinados a obras municipales vinculados al Plan E tuvieron cierto impacto inmediato en el crecimiento de 2010 pero ha añadido que sugirió al presidente Zapatero que las actuaciones fueran más a largo plazo y tuvieran alcance permanente, como planes para mejorar salidas de aguas.
Además, ha confirmado que la idea de gastar dinero en el cheque bebé fue una propuesta electoral. En este sentido, ha puntualizado que ni la rebaja del IRPF ni el cheque bebe le gustaron "nunca" porque "ni una ni otra me parecían medidas bien diseñadas ni bien definidas".
No obstante ha sido tajante al afirmar que "quien hace las cosas es quien tiene la capacidad para hacerlas y punto". Así ha dejado entrever de nuevo las discrepancias que mantenía con Zapatero sobre cómo afrontar el inicio de una recesión que luego se desencadenó en una dura crisis a partir de 2008. Ha reiterado que había dos discrepancias: "si había que gastar dinero antes o no o hacer reformas en ese momento o más tarde".
El desastre de las preferentes
En cuanto a las acciones preferentes, Solbes ha defendido que fue una idea "buena" y que podrían ser un instrumento útil, pero ha lamentado que su gestión acabara siendo "un verdadero desastre". "La idea conceptualmente es buena, la práctica ha sido un desastre", ha declarado, explicando las utilidades que encontraba en las preferentes ante las dificultades de financiación de las cajas de ahorro por no poder capitalizarse.
Asimismo, consideraba estos instrumentos como una forma de avanzar hacia la reconversión de las cajas de ahorro en bancos, sin necesidad de emprender una reforma para la que, ha dicho en otra ocasión, le faltó "ser más valiente" al Gobierno.
A pesar de las utilidades que ha dicho Solbes que encontraba en estos instrumentos, ha reconocido que su puesta en práctica fue "un desastre". "Si hay algo que se debe vender con cuidado, a inversores definidos, es algo como las preferentes", ha aseverado el exvicepresidente, que considera que un instrumento de tal complejidad "no se puede vender en taquilla normal".
"¿Se pudo corregir? No sé", ha dicho, reconociendo que si bien admite las actuaciones de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para tratar de "enderezar" esta problemática, "el resultado conseguido no ha sido el deseable en absoluto".