Economía

La combinación que turba a Occidente: bajo desempleo, salarios dormidos y el misterio de la inflación

  • Los salarios están estancados e impiden el crecimiento del IPC subyacente
  • Phelps: "Los trabajadores no se atreven a pedir subidas y promociones"
Foto: Dreamstime.

Los banqueros centrales de Europa, EEUU y Japón siguen estudiando lo que Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal, ha denominado como el "misterio" de la inflación. El desempleo es muy bajo en EEUU y Japón, mientras que en la Eurozona ya ha caído a niveles de 2009, sin embargo, los salarios siguen estancados, lo que a su vez presiona a la baja el IPC subyacente ( IPC sin contar productos energéticos ni alimentos sin elaborar). Es decir, la curva de Phillips (relación entre desempleo e inflación) se ha aplanado en los últimos años.

La situación no es sencilla para los banqueros centrales, que están poniendo fin a las políticas ultra-expansivas implementadas durante años, mientras que el crecimiento de los salarios y la inflación siguen sin aparecer, a pesar de que las economías crecen a un ritmo razonable. Sin ir más lejos, la semana pasada el IPC subyacente en la eurozona cayó por debajo del 1% por primera vez en cinco meses. Esto puede suponer un obstáculo para el Banco Central Europeo a la hora de retirar los estímulos.

Las hipótesis que intentan resolver este misterio son varias, lo que resulta complejo es saber cuál es la acertada o si es una combinación de varias de ellas. Hace escasos días, Edmund S. Phelps, premio Nobel de Economía en 2006, aportó una nueva teoría que busca descifrar el misterio de la inflación. Según este prestigioso economista, la última crisis económica ha cambiado el comportamiento de los agentes a la hora de negociar sus retribuciones, mientras que la transición demográfica también está presionando a la baja los salarios y la inflación.

Demografía y actitud

Phelps señala en un artículo publicado por Project Syndicate que "EEUU y la eurozona están en medio de un boom expansivo. En EEUU, el desempleo ha tocado niveles muy bajos y no muestra signos de volver a lo que era la tasa natural anterior. Sin más evidencia que eso, un modelo estructuralista predeciría a una tasa de inflación elevada y creciente. Sin embargo, aunque la Fed ha inundado la economía con liquidez y en la eurozona el BCE también, y el desempleo está cayendo, la inflación sigue siendo baja".

Esta paradoja puede tener que ver "con las tendencias demográficas que están reduciendo el crecimiento de los salarios", destaca el Nobel de Economía. Una parte importante de los baby boomers (nacidos entre 1945 y 1964) han comenzado a jubilarse. Los salarios de estos trabajadores, que eran elevados gracias a su experiencia en el mercado laboral, están desapareciendo de la masa salarial, mientras que los jóvenes que entran al mercado son menos que en el pasado, además de entrar con una remuneración muy inferior a la de los baby boomers.

Por otro lado, Phelps cree que aún más interesante son los efectos en la actitud y valores de las personas tras la Gran Recesión: "Para mí, una hipótesis convincente es que los trabajadores, asustados por la crisis de 2008 y la profunda recesión que se produjo, ahora temen exigir promociones o buscar trabajos mejor pagados, a pesar de la facilidad para encontrar un nuevo empleo en un mercado laboral estrecho como el actual".

Esta hipótesis también tiene la otra cara. Las empresas y sus gestores, preocupados por el bajo crecimiento de la productividad y por las dificultades vividas durante la crisis, se muestran reacios a aprobar subidas salariales, a pesar de que los beneficios y la demanda estén en niveles previos a 2008.

Otras explicaciones

Lael Brainard, gobernadora de la Reserva Federal, destacó en un discurso reciente que la inflación subyacente ha perdido fuerza desde la última crisis. "Los hogares y las empresas han experimentado (en los últimos años) un periodo prolongando de inflación por debajo del objetivo, lo que puede estar afectado a su percepción sobre la inflación subyacente y expectativas".

Además, otra causa puede ser la proximidad de los tipos de interés a su 'límite inferior efectivo' o effective lower bound, una fenómeno que sucede cuando los tipos de interés nominales a corto plazo (controlados casi totalmente por el banco central) se encuentran muy cerca de cero, y a pesar de ello los agentes siguen mostrando una gran preferencia por los activos más líquidos, creando así una trampa de liquidez e impidiendo que la inflación alcance el 2% deseado.

Esta compleja situación "podría aumentar la frecuencia de los periodos de baja inflación", destaca Brainard. Este tipo de trampas de liquidez "restringen el espacio y las herramientas de la política monetaria para contrarrestar las situaciones adversas", reconoce la gobernadora de la Fed.

El espejismo del mercado laboral

Otro argumento esgrimido a menudo por expertos y, sobre todo, por el Banco Central Europeo, sostiene que el mercado laboral no goza de la salud que muestran las métricas tradicionales, lo que está presionando a la baja los salarios y, por ende, a la inflación subyacente.

En un documento publicado en mayo de este año, el instituto monetario europeo razona que "la tasa de paro está basada en una definición demasiado simple para analizar la infrautilización de la mano de obra", sentencia el informe del instituto monetario.

Los incrementos de la tasa de paro no siempre son sinónimo de destrucción de empleo, mientras que las reducciones de la misma tampoco tienen por qué implicar la creación neta de trabajo. La tasa de paro evalúa el porcentaje de la población activa que no encuentra empleo, por lo que deja absolutamente olvidada a las personas que han salido de la población activa, por los motivos que sean. Este tipo de población sigue registrando porcentajes relativamente altos en la eurozona, lo que es una clara muestra de que el mercado laboral no termina de carburar.

Es decir, millones de personas podrían haber dejado de buscar trabajo activamente (desanimados o personas que prefieren no trabajar) por lo que dejarían de formar parte de la población considerada como activa. Esta situación mostraría de forma evidente que el mercado laboral está enfermo, sin embargo la tasa de paro en esta ficticia sociedad podría ser relativamente baja si la población que sí busca trabajo es escasa y tiene facilidad para encontrarlo.

Globalización y multinacionales

Por último, también resulta importante tener en cuenta que la pérdida de poder de los sindicatos y el auge de las multinacionales que fabrican y producen en países con mano de obra más barata podrían estar mermando la inflación. Esto provoca que los precios de importación se mantengan estables o incluso desciendan en ciertos periodos.

Además, multinacionales como Amazon que hacen más 'eficaces' ciertos procesos y tienen mayor poder de negociación con proveedores, también están teniendo su influencia. Jason Helfstein, analista del sector tecnológico en Oppenheimer, destaca a The Wall Street Journal que "cuando Amazon entra en un mercado, los precios de ese mercado se van para abajo".

En la misma línea se pronunciaba hace unos meses Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, explicando que la entrada de Amazon en el mercado alimentario es un ejemplo de cambio disruptivo que impide el incremento de los precios. También Lael Brainard ha señalado en su discurso que la competencia entre los operadores de teléfono e internet está presionando a la baja los precios en los últimos meses, en el caso de EEUU.

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