Economía

Elevar impuestos no siempre es rentable: el tabaco deja 130 millones menos pese a la subida del Gobierno

  • Los ingresos por la compra de cigarrillos descienden un 8,8% hasta marzo

Cuando las necesidades de caja aprietan, los distintos gobiernos suelen recurrir normalmente a las temidas subidas de impuestos. Y a veces la jugada se salda con éxito, pues la evolución de la recaudación está muy relacionada con el crecimiento económico, con la inflación y con otras muchas variables macro.

Pero en otras ocasiones el efecto es el contrario. Y un ejemplo lo tenemos en el tributo sobre Labores de Tabaco, que en los tres primeros meses del año ha ingresado en las arcas un 8,8% menos que en el mismo periodo del año anterior. Todo ello tras aprobar el Ejecutivo, con el respaldo del PSOE, una subida del impuesto el pasado mes de diciembre.

En concreto, y según el último informe mensual de recaudación tributaria publicado por el Ministerio de Hacienda, la recaudación por Labores de Tabaco ascendió hasta el 31 de marzo a 1.349 millones de euros, 130 millones menos que en 2016. En el tercer mes del año, de hecho, la caída fue superior y rondó el 10%. Un ejemplo claro de la llamada Curva de Laffer,que pone en relación tipos impositivos y recaudación y concluye que un aumento de los tributos no conlleva que se eleven los ingresos por el mismo.

Pero, ¿es una Curva de Laffer lo que está sucediendo con el tabaco? No es fácil llegar a una respuesta, pues este año, y al margen de las estadísticas de consumo, que reflejan menores ventas de cigarrillos y cajetillas, no existen encuestas que expliquen por qué hay gente que ha dejado de fumar o por qué los que continúan fumando, han reducido el número de unidades. La salud, la presión del entorno y también, por qué no, el alza de los precios de las cajetillas, pueden haber influido en la toma de decisiones.

Menos venta legal

Sea como fuere, según los informes del Comité Consultivo del Comisionado del Tabaco, las ventas de cigarrillos hasta el mes de marzo se redujeron hasta situarse por debajo de los 490 millones de unidades, cuando el año pasado superaban los 510 millones. Por esa cantidad se abonaron 2.537 millones, 30 millones menos que hace ahora un año.

Fuentes del sector explicaron a este periódico que el consumo (al menos legal) se viene reduciendo de forma continua desde el año 2007, cuando el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero impulsó las primeras medidas legales contra el consumo. ¿Salud, presión social o aumento de impuestos?

Las mismas fuentes advierten de que si bien ese consumo se ha reducido a la mitad desde el año 2007, el contrabando está alcanzando registros históricos y roza actualmente una tasa del 10%. "Hace diez años era casi nula, del 0,5% aproximadamente", concluyen. Es evidente que la huida del fumador hacia el terreno de la ilegalidad tiene mucho que ver con el incremento del precio del producto, y ese incremento está directamente con un aumento de la presión fiscal que no ha cesado en los últimos años.

Curiosamente, las estadísticas del Ministerio de Hacienda ponen de relieve cómo el tributo sobre el Alcohol está reflejando el efecto contrario. La recaudación hasta finales de marzo se eleva un 19,2% frente al mismo periodo de 2016, desde los 218 millones hasta los 261 millones. Fumamos menos, aparentemente, pero bebemos más. En cualquier caso, la modificación fiscal que más beneficios está reportando este año al Ejecutivo tiene que ver con el endurecimiento de los aplazamientos en el pago de impuestos, que según el informe de recaudación tributaria del mes de marzo ha ayudado a ingresar 471 millones más en los tres primeros meses de 2017.

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