
Las actas de la Reserva Federal referentes a la reunión de política monetaria del pasado 14 y 15 de marzo destacan que varios miembros de las Fed "consideraron que los precios de las acciones son bastante elevados según los ratios de valoración típicos". Por otro lado, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto también se mostraron de acuerdo en mantener las subidas de tipos de forma "gradual" con el objetivo de alcanzar la inflación deseada por el organismo y el pleno empleo. También se discutió durante la reunión las vías para comenzar a reducir el balance del banco central, que ahora mismo cuenta con 4,5 billones de activos.
"Muchos de los participantes en la reunión discutieron las implicaciones de la subida de precios de las acciones en los últimos meses, varios citaron que esta situación está contribuyendo a la relajación de las condiciones financieras", rezan las actas del instituto monetario.
No obstante, también destacan que algunos economistas de la Fed "ven que los precios de las acciones están relativamente altos según los ratios de valoración típicos. También se ha observado que otros activos de riesgo, como la renta variable en los países emergentes o los bonos corporativos high yield han sufrido incrementos de precios en los últimos meses".
¿Reducir el balance?
Durante las reuniones se pusieron sobre la mesa las ventajas y las desventajas de comenzar a eliminar gradualmente las reinversiones en bonos por parte de la Fed, o incluso de reducirlas a cero directamente.
La mayor parte de los miembros del comité abogaron por una reducción gradual y predecible del balance. Estos mismos economistas prefieren seguir usando los tipos como la herramienta principal de transmisión de política monetaria, relegando la compra y venta de activos en un segundo plano.
Por otro lado, las actas justifican la subida de tipos de 25 puntos básicos afirmando que los datos económicos fueron lo suficiente consistentes como para incrementar el precio del dinero. "A pesar de este incremento, la política monetaria continúa siendo acomodaticia, apoyando el fortalecimiento del mercado laboral y la vuelta a una inflación del 2%".
Existió cierta controversia a la hora de elegir el ritmo del endurecimiento de la política monetaria. Algunos participantes defendieron una supresión gradual de las políticas acomodaticias o expansivas, mientras que otros abogaron por mantener este tono expansivo (bajos tipos y recompra de los bonos que venden en el balance de la Fed) porque la inflación aún puede tardar en alcanzar el 2% de forma sostenida.