
Un aviso sobre los avisos. Éste fue el mensaje que llevó ayer a Bruselas el alcalde de Londres, Sadiq Khan, horas antes de de que la primera ministra británica, Theresa May, active hoy el artículo 50 para arrancar el proceso para sacar al Reino Unido de la UE.
Ante el gesto poco conciliador de las autoridades europeas y la larga lista de advertencias que están dedicando al Gobierno británico desde el bloque de la Unión, Khan dijo que no es el momento de extender el miedo. El primer alcalde musulmán de la capital británica arrancó su intervención con un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas del ataque de la semana pasada en las inmediaciones de Westminster. Señaló que "ahora es el momento de mostrar confianza", pero "no existe la necesidad de que la UE envíe recados o inculque el miedo castigando al Reino Unido".
En un evento organizado por Político, el laborista opinó que "un Brexit malo que dañe a Londres haría daño también a la UE". Y puso como ejemplo el centro financiero de su ciudad, la principal plaza mundial. En su opinión, los bancos e instituciones que abandonen la City no cruzarían a territorio comunitario, sino que se irían a Nueva York o Singapur. Sobre todo, porque los europeos pretenden poner las cosas difíciles durante la negociación a los bancos e inversores radicados en las islas para acceder al pasaporte europeo con el que poder operar en la UE.
Intentando tender puentes, Khan señaló que May también podría ofrecer como "perfecto gesto de buena voluntad" una garantía a prueba de balas para los derechos de los tres millones de ciudadanos de la UE que permanezcan en suelo británico, un millón de ellos en Londres. Precisamente, el futuro de los ciudadanos de cada lado en territorio contrario será uno de los primeros puntos de la negociación.