
Tras más de un lustro dando tumbos, el proyecto para crear una tasa a las transacciones financieras encara su momento de la verdad. La iniciativa, que nació como contrapunto frente a los abusos que llevaron hasta la crisis financiera puede quedar concluida para mayo, señalaron ayer miembros del grupo de diez países que todavía están dispuestos a sacarla adelante. Pero antes deberá superar el visto bueno de los parlamentos de Bélgica, Eslovaquia y Eslovenia.
La propuesta para crear este gravamen, también conocido como Tasa Tobin, ha ido perdiendo apoyos casi al mismo tiempo que sectores que se verían afectados por el mismo. Estonia fue el último país en descargarse del grupo de participantes.
La versión final, bastante aguada comparada con el proyecto que la Comisión Europea propuso inicialmente, excluirá los fondos de pensiones y las aseguradoras. Los ministros también acordaron que no afecte a la economía real, excluyendo operaciones de cobertura realizadas por empresas no financieras.
Mínimo consenso necesario
Para belgas, eslovacos y eslovenos esta última tajada ha tocado hueso, por lo que deberán someter la propuesta a consultas antes de dar su visto bueno. Si dos de estos países se caen del grupo, la iniciativa ya no vería la luz. El procedimiento de cooperación reforzada de la UE con el que los 10 países intentan sacar adelante la propuesta requiere al menos ocho Estados miembros. "El proyecto terminará porque ya no hay suficientes estados miembros", comentó el ministro de Finanzas alemán, Jörg Schelling. "Esta decisión debe ser tomada en mayo", añadió.
El nuevo encuentro para intentar dejar sellada la tramitación podría ocurrir tras el Eurogrupo del 22 de mayo. Los ministros de los socios participantes (Alemania, Francia, Italia, España, Austria, Eslovenia, Portugal, Eslovaquia, Grecia y Bélgica) mantuvieron ayer una nueva reunión para discutir sobre la iniciativa en los márgenes de la reunión de los ministros de Finanzas.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, explicó que si se lograra el visto bueno de los Parlamentos de estos tres países empezaría la redacción de la directiva. El ministro de Finanzas francés, Michel Sapin, comentó que los países están "verdaderamente muy cerca de llegar a un acuerdo". La última propuesta limitaba el impuesto a las operaciones de compra-venta de acciones de empresas de los países participantes, siempre que se realizaran en las bolsas de los mismos países. Además, se excluían operaciones con deuda pública.
El impuesto en cuestión pretendía gravar las transacciones con un 0,1% del valor de cada acción o del 0,01% el de los derivados. En el momento en el que realizó su propuesta, la Comisión Europea calculó que la recaudación podría ascender a 35.000 millones al año. Por otra parte, el Ecofin también discutió ayer la propuesta para autorizar IVA reducidos para publicaciones electrónicas, en línea con las que ya se permiten para las publicaciones en papel. Guindos comentó que existe un "consenso" para que ambos tipos converjan, aunque las negociaciones deberán continuar.