
La crisis y el elevado desempleo resultante han generado disparidades en materia de pobreza e ingresos, según la OCDE en su informe de la economía española de 2017. "Para conseguir un crecimiento más inclusivo será necesario reducir aún más el desempleo, adoptar políticas más acertadas para reducir la pobreza y mejorar la calidad del empleo a través de una mejor cualificación de losLa OCDE critica a España por el castigo a los salarios y pide subir los impuestos empleados", recomienda el organismo. l
"La pobreza es particularmente pronunciada en los hogares cuyos miembros están en el paro, y de manera especial entre los que tienen hijos. Esto se ve reflejado en la elevada tasa de pobreza infantil de 23,4%, superior al promedio OCDE de 13,3%. Por otra parte, los altos niveles de desigualdad siguen estando por encima de los niveles pre-crisis", ha dicho Ángel Gurría, el secretario general de la OCDE, en presencia del ministro de Economía, Luis de Guindos.
El informe destaca que la creciente desigualdad ha sido provocada por los bajos salarios de las personas con menores ingresos, cuya brecha salarial respecto de los salarios medios es una de las mayores entre los países OCDE. "Es un reto urgente, no sólo por una cuestión de justicia y equidad, sino porque la estabilidad misma del pacto social está de por medio", ha advertido Gurría .
Y ha apuntado que es fundamental garantizar que los beneficios del crecimiento económico lleguen a todos, "para ello es indispensable que España amplíe la cuantía y la cobertura de los programas de renta mínima de inserción de las Comunidades Autónomas y simplifique los procedimientos para que las personas con derecho a ellos se beneficien".
Poca redistribución
La OCDE subraya que el actual sistema contributivo "debe ayudar reducir la desigualdad en los ingresos y la pobreza, pero en su estructura actual beneficia al decil de mayores ingresos".
El organismo recomienda un crecimiento más inclusivo "con políticas más acertadas para reducir la pobreza y mejorar la calidad del empleo a través de una mejor cualificación de los empleados, vía una mejor formación y un mejor encaje entre sus habilidades y sus puestos de trabajo".
Describe el mercado de trabajo español con una elevada proporción de trabajadores temporales, fundamentalmente jóvenes y empleados con sueldos bajos. "Los jóvenes y los trabajadores con baja cualificación son quienes más sufren el desempleo, al tiempo que existen unos niveles muy elevados de desempleo de larga duración. Estos factores corren el riesgo de afianzar las desigualdades, incidiendo negativamente en el crecimiento futuro y en la cohesión social".
Repuesta del Gobierno
De Guindos ha calificado de "equilibrado" el informe de la OCDE, si bien ha insistido en que "no se puede ser complaciente" y "hay que ser siempre ambiciosos", porque "todavía queda mucho por hacer". "A pesar del esfuerzo, la corrección de desequilibrios y las perspectivas son buenas, tenemos que ser conscientes de que existen vulnerabilidades", ha añadido.
"El Gobierno analiza con muchísimo detalle este informe, es un informe equilibrado, pero no significa que estemos en todo de acuerdo ni que la agenda económica quede absolutamente marcado. Hace recomendaciones, no solo para este momento, sino para tenerlas siempre en consideración", ha agregado.
La situación del mercado laboral y la elevada tasa de paro que supone "la principal fuente de desigualdad y pobreza en España", por lo que ha abogado porque la reducción del desempleo y la creación de puestos de trabajo sea el objetivo de la política económica.
El titular de Economía ha indicado que al igual que España ha recuperado los niveles de renta con los que contaba en 2007, todavía quedan 1,5 millones de puestos de trabajo para alcanzar los niveles precrisis. Esto genera una "vulnerabilidad política, económica y social" por las implicaciones en materia de desigualdad y pobreza que conllevan, a lo que se suma que el nivel de endeudamiento externo "sigue siendo alto" y ante cualquier "shock exógeno", como una subida de tipos de interés, inmediatamente se reflejaría en todos los registros económicos como la balanza de pagos, los costes financieros de empresas y familias y la actividad económica.