Economía

Le Pen busca recuperar la soberanía monetaria gala y un sustituto del euro

  • La prima de riesgo toca máximos de 2012 y el bono pierde un 4% en 2017
La candidata del Frente Nacional a la Presidencia francesa, Marine Le Pen. EFE

La candidata del Frente Nacional a la Presidencia francesa, Marine Le Pen, tiene planes para dar un nuevo susto al entramado europeo, justo después del Brexit y las amenazas proteccionistas procedentes de la Administración Trump. Le Pen pretende recuperar la soberanía monetaria gala, el control del banco central y la capacidad de imprimir moneda, creando el que sería el "nuevo franco francés". Así lo ha manifestado su asesor económico, Bernard Monot. Su plan ya ha tenido impacto en los mercados, especialmente en los intereses de la deuda pública francesa a diez años, que han repuntado a máximos de 2015, con la prima de riesgo en niveles de 2012.

La ultraderechista ya ha creado un grupo de trabajo para ello, que prevé dar tres pasos. Uno, convocar una cumbre de líderes europeos para sustituir el euro por una divisa formada por una cesta de monedas, como lo fuera el ECU, precedente al euro. Además, prevé revocar la independencia de los bancos centrales para recuperar las competencias completas en política monetaria. En último lugar, pretende generar dinero para financiar el Estado del Bienestar, la política industrial y sostener el pago de la deuda.

Como resultado de su plan, Francia tendría su propia divisa, el "nuevo franco francés, que sería equivalente al euro inicialmente, según Monot, y cuya fluctuación respecto a la cesta de monedas europeas no rebasaría el 20%, entendiendose como normales variaciones del entorno del 10%. Carece aún de calendario para estas medidas, que implantaría siempre que obtenga la victoria en las presidenciales galas, y si el resto de países no aceptan retomar sus propias monedas, dejaría al franco fluctuar libremente.

Le Pen ha prometido también que protegerá al país del fundamentalismo islámico y que luchará contra la globalización, y se ve capaz de lograr la victoria, como lo hiciera Donald Trump en EEUU. Y afirma, en un tono que se asemeja al del republicano, que "la división ya no es entre izquierda y derecha, sino entre patriotas y globalistas", aduciendo que los partidos tradicionales "eligen una globalización desregulada", que -a su juicio- ha sido atroz.

¿Ahora un 'Frexit'?

"Lo que está en juego en las elecciones es si Francia puede seguir siendo una nación libre", afirmaba Marine Le Pen en Lyon el pasado domingo, en el fin de semana que supuso el pistoletazo de salida a la campaña electoral, de cara a las presidenciales de abril y mayo. Declaraciones como éstas, unidas a su proyecto de desmontar el vigente entramado del euro, han despertado temor a un escenario que ya se ha dado en llamar el Frexit, con una Francia desmarcada del proyecto europeo.

Lo cierto es que, aunque los sondeos dan por vencedora a Le Pen en la primera vuelta electoral, el próximo 23 de abril, con un 26% frente al 23% del liberal Emmanuel Macron -que concurre por el movimiento político ¡En Marcha!-, prevén que sea derrotada en segunda vuelta, el 7 de mayo. Para entonces, las encuestas dan a Le Pen un 35% de los votos frente al aplastante 65% de Macron.

El que fuera favorito, el candidato de Los Republicanos François Fillon, acabaría tercero, con un 20%, lastrado por el escándalo por los supuestos empleos ficticios de su mujer.

Los mismos sondeos sumen en la irrelevancia al candidato del Partido Socialista, Benôit Hammon, que figura con tan solo un 14% de estimación de voto en la primera vuelta. Mientras que el candidato del frente de izquierdas, Jean-Luc Mélenchon, aparece en quinta posición, con un 11% de los apoyos.

Reacción en los mercados

Los giros en el panorama político francés sirvieron de excusa, un día más, para presionar a su deuda a 10 años, que ya repunta 45 puntos básicos este ejercicio. Su rentabilidad ha saltado del 0,686% de principios de enero, al 1,13% actual, el nivel más elevado desde 2015 y que conlleva pérdidas de casi el 4% para el inversor.

Más allá de la expectativa de que habrá mayor crecimiento e inflación, que el mercado compró tras la victoria Trump y que afecta a toda la deuda pública en general, la tensión se cierne sobre la de Francia en particular por el avance de Le Pen y Macron en las encuestas y se refleja también en su riesgo país. Ayer, la rentabilidad adicional exigida a los bonos franceses a diez años respecto a los alemanes escaló a un umbral no visto en los últimos cinco años: hay que remontarse a 2012 para encontrar a su prima riesgo por encima de los 76,88 puntos básicos.

La deuda francesa, sin embargo, no fue la más penalizada ayer. De hecho, se vendió incluso más papel italiano o de España que francés. El interés del bono de Italia a una década avanzó hasta el 2,37%, afectado por su propia incertidumbre política. En el caso de España, la rentabilidad de los títulos a 10 años escaló al 1,78%.

¿Cómo prevé retirar el euro?

- Si vence, la candidata ultraderechista del Frente Nacional convocaría una cumbre de líderes europeos para pedir cambiar la moneda única por una cesta de divisas similar al ECU que precedió al euro.

- Pretende revocar la independencia de los bancos centrales.

- Busca generar dinero para financiar el Estado del Bienestar, la estrategia industrial, así como para pagar la deuda.

- Pretende recuperar la capacidad de imprimir moneda, el "nuevo franco francés". 

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