
Europa, al igual que casi todo Occidente, está siendo víctima del rápido envejecimiento de la población. La esperanza de vida y la tasa de fertilidad iniciaron caminos divergentes hace décadas, una situación que deja un futuro un tanto incierto que economistas e instituciones intentan descifrar. Parece que la corriente principal coincide en que este envejecimiento de la población puede afectar de forma negativa al crecimiento económico y España será uno de los países más castigados.
El Fondo Monetario Internacional publicó un trabajo en diciembre de 2016 en el que advertía sobre el envejecimiento de la fuerza laboral y su efecto sobre la productividad. El crecimiento de la productividad puede verse reducido en 0,2 puntos porcentuales cada año en las próximas dos décadas en Europa, según el FMI.
Grecia, Italia y España
La institución alerta especialmente del declive de la fuerza laboral en España, Italia, Portugal, Grecia , Eslovenia, Eslovaquia e Irlanda. Según el organismo, estos países el crecimiento de la productividad se verá mermado de media en 0,6 puntos porcentuales por año. Además, "muchos de ellos ya se enfrentan con unos niveles de endeudamiento elevados".
Según los datos que maneja el FMI, el crecimiento de la productividad total de los factores (PTF) tendrá que lidiar con una pérdida de 1,1 puntos porcentuales en Grecia, mientras que en Italia y España esta pérdida será de alrededor de 0,7 puntos porcentuales por año. Por el contrario, en Noruega, Suecia y Letonia el efecto será prácticamente inexistente.
Crecimiento económico
Este cambio demográfico afecta directamente al crecimiento económico a través de varios canales."El primero es el mayor ratio de dependencia. Un menor número de trabajadores en una población determinada puede desembocar en una producción menor, por lo que la renta per cápita podría caer con un mayor ratio de dependencia".
Otro de los canales se refiere a las necesidades y preferencias de los individuos a lo largo de su ciclo vital. Las personas de edad más avanzada suelen mostrar cierta preferencia, quizá por necesidad, de los servicios sanitarios, energéticos y de ocio, lo tiene su efecto en el lado de la oferta, que debe cambiar junto al giro de las necesidades de la demanda.
Sin embargo, el estudio se centra en el efecto del paso de los años en la fuerza laboral: "El envejecimiento de la fuerza laboral tiene implicaciones directas sobre la productividad". Los individuos suelen promediar incrementos de la productividad hasta que entran en la década de los 40 años, desde ese momento hasta el final de su carrera laboral se produce un recorrido inverso.
"Varios académicos relacionan la caída de la productividad en los trabajadores de mayor edad por un descensos de sus niveles de conocimiento sobre las nuevas tecnologías, su adopción y aplicación, además de una caída del perfil innovador", aunque el informe sostiene que la edad influye en cada profesión de una forma diferente.
Pérdida de productividad (eje vertical) y deuda pública (eje horizontal)
Además, como se puede observar en el gráfico los países que van a sufrir mayores pérdidas de crecimiento de la productividad se encuentran también entre los que tienen un sector público más endeudado, lo que complica la situación.
La productividad es la principal fuente de crecimiento económico, mientras que la el ratio más utilizado para analizar la solvencia de un estado es la deuda pública sobre PIB. Sin crecimiento, la reducción relativa de la deuda pública es una tarea mucho más ardua.