Economía

La España desigual: un pensionista vasco cobra, de media, 430 euros más que un extremeño

  • Bizkaia registra la pensión media más elevada, con 1.310 euros
  • Mientras, en Ourense la pensión media apenas llega a 723 euros

Las diferencias entre las comunidades autónomas de España no se producen únicamente, ni mucho menos, en el ámbito de la educación, tal y como reflejó el informe PISA del pasado martes. Trabajo y pensiones son dos ámbitos que demuestran que nuestro país funciona a dos velocidades y debe corregir aún importantes disfunciones para considerarse igualitario. Así lo reflejan las estadísticas más recientes del Ministerio de Empleo que comanda Fátima Báñez, que ponen de relieve cómo un jubilado vasco cobra, de media, 430 euros más al mes que uno extremeño.

Hoy por hoy, los pensionistas del País Vasco son los que más cobran de media en España, con 1.295 euros, seguidos de los de Asturias (1.276 euros), Madrid (1.240 euros) y Navarra (1.185 euros). En el otro ángulo se encuentran Extremadura, donde un jubilado puede aspirar a una pensión media de 865 euros; Galicia (870 euros) y Murcia (924 euros). En este punto hay que recordar que la pensión media de jubilación en España asciende, según datos de octubre, a 1.047 euros.

Y si las diferencias entre comunidades son importantes, aún destacan más si nos fijamos en los datos por provincias. Bizkaia, a todos los efectos, es donde un jubilado cobra más de media al mes, 1.310 euros. Esa cantidad, de hecho, se sitúa por encima del salario medio español, que según el Instituto Nacional de Estadística equivale más o menos a catorce pagas anuales por esa cantidad. En el otro extremo se sitúan dos provincias gallegas: en Ourense la pensión media de jubilación apenas asciende a 723 euros, muy poco por encima del SMI, y en Lugo se queda en 759 euros. La brecha entre 'ricos' y 'pobres' asciende, en este caso, a más de 600 euros.

¿A qué se deben esas diferencias?

No se puede hablar de una causa concreta para explicar la enorme desigualdad existente entre regiones españolas. Obviamente Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña presentan desde hace décadas niveles de desarrollo mucho más elevados que los existentes en Extremadura o Andalucía, donde se cobran las pensiones más bajas. Inciden el desempleo, la especialización en sectores de alto valor añadido, la renta per cápita y, cómo no, la educación, otro rasgo fundamental a la hora de abordar el éxito o el fracaso de un modelo económico.

Obviamente la cuantía de la pensión viene determinada por los años cotizados y por los salarios que en su día percibió, a lo largo de los últimos años de su vida laboral, un jubilado. En este sentido no es de extrañar que País Vasco, con una tasa de desempleo muy inferior a la del conjunto de España desde hace décadas (hoy es del 14,1% frente al 19,2% nacional) ofrezca muchas mejores condiciones a sus mayores. Lo mismo sucede en el caso de Madrid, con un 16,1% de desempleo. En estas dos comunidades, al igual que sucede en Navarra, o en Cataluña e incluso en Baleares, han tenido una importancia mucho mayor los empleos ligados a servicios y a industria, generalmente mejor abonados que los trabajos ligados a sectores más tradicionales.

Asturias es, quizá, la excepción. Con un nivel de desarrollo sensiblemente inferior al de las comunidades 'locomotora' de España, registra la segunda pensión media más elevada de España a nivel regional, con 1.276 euros. Factores como el del régimen específico de la minería, actividad con gran tradición en el tejido productivo asturiano, han incidido de forma decisiva en la mejora progresiva de la cuantía.

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